Foro Hobest

by Julen


Ayer nos reunimos en Elgoibar unas cuantas personas para charlar sobre los enfoques de consultoría que pueden/deben ser aplicables cuando el objetivo que se coloca es el de transformar las organizaciones. Este concepto de «transformación» ya da bastante de sí y admite una policromía amplia. Alberto terminaba la reunión planteando la transformación como una inversión de la situación actual donde la parte dominada (los trabajadores vasallos) toma las riendas del poder (los jefes y demás estamentos situados allá arriba) y pasa a ser dominadora. Dr.Jekyll y Mr.Hyde, transformación increíble.

Transformar admite muchos puntos de vista: invertir la relación de fuerzas es uno, pero no cabe duda de que otras veces se trata de gestionar la paradoja. Precisamente en una jornada a la que me han invitado en la Semana Europea de la Calidad que todos los años organiza Euskalit queremos manejar un conjunto de «sentencias» que pueden tener su «otro lado». ¿Términos opuestos?, ¿un oxímoron? No creo que necesariamente haya que invertir roles sino que al final, para que no lleguemos a un modelo de suma cero, la cuestión está en cómo multiplicar la capacidad de las partes, modificándolas.

Desde luego que a día de hoy mi punto de vista es salir del sistema. Emprender e intraemprender para poner en marcha dinámicas nuevas. Claro que Alfonso argumenta que «sistema» es todo y que no puedes salir de él. Bueno, vale, pero al menos nos vamos a las esquinas de las esquinas y allí parece que suceden cosas «casi» al margen del sistema. Es lo que uno ve cuando se acerca a sitios como UrbanLabs y escucha proyectos tan estupendos como el de Basurama, los planteamientos de Amaste, o una paradójica fábrica de sueños que se llama La Papaya.

Transformar una gran empresa es una labor hercúlea. Y me maravillo de que haya personas, consultoras, que acometen estas obras faraónicas. Me quito el sombrero y hago la ola. Lo que haga falta. Yo, como soy mucho más cobarde y cascarrabias, tengo que elegir otro sendero. Y la gran noticia es que hay una mulitiplicidad de senderos posibles. Hay una inmensidad de opciones para elegir cuál es la vía de transformación que mejor va con nuestros proyectos. El mundo está lleno de alternativas.

Todo esto pasa, no obstante, por una decisión previa: querer cambiar, transformar, modificar, mejorar o como quieras llamarlo. Un compañero de Maier me decía siempre que el gran problema es no ver el problema. Porque eso es movimiento cero, es parálisis, es muerte. Por eso hay que re-enfocar y meter zoom en pequeñas cosas que pasan. En los detalles muchas veces están las palancas del éxito, sea esto lo que sea (me refiero al éxito).

En fin, que como éramos pocos, parió la abuela. Me meto en otro fregao: discutir acerca de la consultoría y cómo podemos transformar organizaciones. Allí estuvimos, además del que suscribe, Maite, Aurkene (en espíritu), Germán, Xabier, Joseba, Lorenzo, Borja y el equipo de Hobest: Alfonso, Javier, Ignacio, Patxi, Alberto, que son quienes están impulsando el sarao, aprovechando que Alfonso acaba de publicar un nuevo libro donde desvaría 😉 a través de Estrategias de la imaginación, eso sí con subtítulo aludiendo a las sociedades de control en que vivimos. Ya iremos contando qué sale de este foro.

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6 comentarios

Alorza 05/11/2008 - 21:14

Vaya dream team. Qué envidia. Seguid pensando, que algo aprovecharemos.

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Germán 05/11/2008 - 23:16

Invertir tiene el peligro de reproducir la situación; los anteriores trabajadores son ahora los nuevos jefes, de si mismos y tal vez de otros. Vaya, parece que esa no es la idea.
Transformar una gran empresa es una labor imposible, hasta para el mejor consultor. Coincido contigo que es mejor trabajar en los bordes.

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Anonymous 05/11/2008 - 23:45

Las formas de «subvertir» el sistema, si queremos decirlo así, no se reducen a una única alternativa -trabajar en los borde, por ejemplo- sino que (Julen, ¡el mundo abierto!) consisten en una red de actos de resistencia y creación que van conectándose entre sí, generando flujos de transformación. Limitarnos a un solo ángulo cercena nuestras posibilidades de intervenir. Pero hoy ya es tarde, seguimos mañana…
Alfonso

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Anonymous 06/11/2008 - 23:33

Hay un relato/novela que a mí me impacta sobre la «resistencia en los bordes». Se trata de «Bartleby, el escribiente», escrito por Herman Melville, el autor de «Mobby Dick», y que, aunque no tiene nada que ver con la web 2.0, merece la pena. A mí me pareció extraordinariamente sugerente (pero «acaba» mal…)

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Hontza 07/11/2008 - 19:05

Desde mi experiencia anterior como gestor y ahora como asesor de organizaciones que quieren una transformación cultural, creo que al final lo importante es modificar radicalmente la forma en la que las personas se relacionan en dicha organización.

Recuerdo una charla en la que compartí mesa con Julen hace como un año y en la que planteé precisamente la idea de que hoy en día el factor verdaderamente diferencial de una organización no es la calidad, ni la eficiencia de sus procesos, ni siquiera las personas que la forman, sino la manera en la que esas personas se relacionan entre sí para lograr los objetivos.

En muchas ocasiones, para lograr que las personas se relacionen de otra manera, es necesario sacarlas de su posición habitual, de su círculo de comodidad, de su ámbito de poder/obediencia, y situarlas en un nuevo escenario.

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Julen 08/11/2008 - 09:49

@alorza, pensaremos, pensaremos.
@germán, y sin que se den cuenta jajajaja, que, como nos pillen, nos echan.
@Alfonso, seguro que hay múltiples formas y que las redes y la teoría de sistemas nos dicen que los caminos son diversos. Pero cada cual puede comenzar el camino desde un origen, ¿no?
@anónimo, gracias por la referencia.
@hontza, parece lógico pensar que cambiando la referencia surgen nuevos puntos de vista. Será cuestión de usar otras gafas 😉

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