Regiones que aprenden

by Julen

Recojo aquí en castellano el artículo semanal que publico en euskera en Blogis, el blog del área de Innovación Social en Innobasque.

Ander Gurrutxaga nos ha propuesto un estupendo artículo como guía para transitar por la innovación y la complejidad. Entre lo mucho que se puede citar de él, quiero llamar la atención aquí sobre la idea de «las regiones que aprenden«. Tira de los conceptos de unos cuantos autores que han enfocado su análisis sobre el territorio. Entre ellos, Kevin Morgan y Philip Cooke, Frans Boekema o el más conocido Richard Florida.

El tiempo y el espacio siguen presentes como elementos a considerar para comprender cómo se generan las dinámicas de innovación. El «mismo tiempo – mismo espacio» se ha configurado como situación ideal. Ahí las personas pueden desplegar su potencial de comunicación, interactúan y reconfiguran sus argumentos a medida que suceden las conversaciones. La densidad de los contactos, pero también su cantidad, provocan nuevo conocimiento. Por tanto, la aglomeración de personas, la urbe, la metrópolis, en tanto que espacio compartido, representa una condición a tener en cuenta para incrementar las posibilidades de innovar. Densidad humana.

En cambio, desde una perspectiva digital, el espacio se presenta, en buena medida, como limitación. Del territorio nos desplazamos, sin mayor problema, al hiperterritorio. Surge una nueva idea de espacio, el hiperespacio, un lugar que se despega de sus ataduras geográficas, pero que mantiene contactos con su origen: la calidad y cantidad de conexiones que las personas establecen dentro de él.

La lógica es idéntica en ambos casos: la sensación de lugar compartido crea un caldo de cultivo aprovechable por quienes interactúan en él. Debido al sistema que se conforma, el conocimiento fluye en ríos a veces tranquilos y a veces turbulentos. Surgen, por supuesto, remolinos ocasionales y la corriente de agua se desprende en ocasiones en cascadas espectaculares, mediante las que salva grandes desniveles. ¿Hasta qué punto el diseño del espacio favorece la innovación?, ¿hasta qué punto conviene diseñar espacios?, ¿la arquitectura de la innovación tiene algo que ver con la arquitectura del territorio?, ¿hasta dónde conviene diseñar y hasta dónde conviene no hacerlo para que las innovaciones emerjan, sin más?

Me vienen a la cabeza los trabajos de social traffic de Hans Monderman (*). Él proponía un diseño que minimizara elementos reguladores para desplazar la responsabilidad a la persona. Pero también tenemos otros ejemplos: la forma en que se «soluciona» el caos de tráfico en una ciudad como Hanoi. ¿Hay una forma ideal de solucionar el problema del tráfico? El semáforo es un diseño. Favorecer el contacto visual entre coches, motos, bicis y peatones es otro diseño. Hanoi, ¿es otro diseño? ¿Cómo fluye mejor la innovación?, ¿hay una forma mejor?

Las ideas de Hans Monderman

Más videos del trabajo de Hans Monderman en Drachten

El ejemplo del tráfico en Hanoi

(*) Fallecido, por cierto, a principios de este año debido a un cáncer. Lástima.

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2 comentarios

Anonymous 23/10/2008 - 15:37

Muy bueno

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El Paradojista 20/11/2008 - 23:03

Algunas ideas para mejorar el tránsito y la dinámica cotidiana:
-Diseño Paradojal (Paradoja de Braess; el proyecto Espacio Compartido que se está ejecutando en varias ciudades de Europa)
Links:
http://paradoxportal.blogspot.com/2008/11/paradojas-del-trnsito-primera-parte.html
http://paradoxportal.blogspot.com/2008/11/paradojas-del-trnsito-segunda-parte.html

Pablo

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