En esta vida no nos ha pasado nada

by Julen


Ayer en una cooperativa mi interlocutor se quejaba de lo mismo que lanzaba a los aires El Agorante Aberrante en Periodo de adaptación, ¿estamos locos? Se trata de la incorporación progresiva de los chavales a la vida escolar. Para que sea un continuo y no tengan sobresaltos las criaturas, aplicamos las ciencias de la psicología y ¡zas! suave, suave, que no se lo tomen mal las reinas y reyes de la casa.

La sabiduría popular de la generación anterior a la nuestra tiene frases lapidarias: «En esta vida no os pasado nada». Refleja la opinión de que no se nos ha curtido el carácter lo suficiente porque no hemos sentido golpes y luego la necesidad de remontar vuelo. No tuvimos que emigrar, no tuvimos que espabilar de jóvenes, no tuvimos que… Claro, ¿para qué vamos a recibir golpes bruscos pudiendo ser abofeteados con dulces palmaditas que no hacen daño y que permiten un crecimiento indoloro? Así que luego, cuando llegas a la edad adulta (sea ésta la que sea), resulta que «no te ha pasado nada» en la vida.

En las empresas tratamos de dejarlo todo alicatado para que impere la ley: manual de calidad, nítidas definiciones de responsabilidad, reglamento de régimen interno para que las desviaciones puedan ser clasificadas en leves, graves o muy graves. Que quede claro. Así, el imperio de la norma galopa arrasando la problemática derivada de las relaciones personales. Que hay conflicto, pues miremos lo que dice nuestro código de conducta, miremos lo que dicen nuestros estatutos. Si ahí no encontramos respuesta, busquemos en el Estatuto de los Trabajadores o, si no, acudamos a la Carta Internacional de los Derechos Humanos.

Mientras tanto, nuestro carácter se va acompasando a los tiempos en que vivimos. Mano izquierda por aquí, no hay que presionar. Hay que colocar por debajo una tupida red que proporcione seguridad a la persona. Seguridad, seguridad. Una de las enfermedades de la sociedad de hoy (Naomi Klein ha escrito lo suyo al respecto en La doctrina del shock). No parece que sea de la gravedad de los americanos del norte, pero esa palabra genera negocio. Es un tipo de negocio que también va en la línea de que «no nos pase nada». Protección, protección. Y requiere vigilancia, vigilancia: los papás y las mamás a clase los primeros días para que las criaturas sientan su aliento en el cogote y sepan que allí están los brazos reparadores de tanta agresión psicológica.

Ya sé, sigo refunfuñando: empresas sobreorganizadas, sociedad sobreprotectora, definición de procesos, responsabilidades y cualquier cosa que vuele. Las cosas hay que atarlas. Nada de dejarlas al vaivén del viento. ¿Para qué provocar conflicto si podemos evitarlo? Mejor la guerra preventiva, la mística de la protección y la seguridad: es el negocio seguro de la sociedad actual. ¿Por qué no guardaespaldas de niñas y niños? Por si acaso, no vaya a ser que les pase algo. Incluso con intentos municipales: Una iniciativa municipal aboga porque los niños vayan solos al colegio en Leioa. Menuda la que se monta para que lo hagan con seguridad.

Así que, claro, luego algunos llegan a la treintena y otros a la cuarentena y resulta que «no les ha pasado nada» en esta vida. Y cualquier problemilla es una revolución. Las cosas de las ciencias de la psicología de la sobreprotección.

Todo esto está escrito con cariño, para quien él sabe.

La foto es de Daquella manera en Flickr.

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10 comentarios

Yoriento 12/09/2008 - 07:12

Hala, que leo la palabra «psicología» y ahí que voy al asunto, jejeje.

A mí me parece que lo negativo no es intentar adaptar a las personas a las situaciones problemáticas y a las novedades difíciles, sobre todo cuando no hacerlo puede conllevar efectos claramente perjudiciales.

Si en lugar de ello lo que se hace es sobreproteger significaría que no se está analizando bien el contexto respecto al perfil del trabajador o, en este caso, del niño.

Por ejemplo, las personas en exclusión social o laboral requieren estrategias de facilitación para subir peldaños tanto en la vida como en las empresas, tanto para acceder a un empleo como para mantenerse en él.

Pero ojo, que hasta incluso un proceso de «moldeamiento por aproximaciones sucesivas» también debe incluir fracasos y situaciones difíciles de superar para preparar a la gente a la vida real, para facilitar la «generalización» porque precisamente la adaptación también debe ser realista y generar autonomía¡ 🙂

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Antonio 12/09/2008 - 11:51

El exceso de seguridad es la mayor muestra de inseguridad. La naturaleza es cruel, hermosa y salvaje. No hay mayor signo de debilidad que la desconfianza, aunque ahora mismo, yo, no me fiaría de nadie.

Cuando ya se han implementado y desarrollado todos los protocolos de seguridad y actuación, y estamos tan contentos y seguors, siempre viene un «abrazafarolas», que los pone a prueba y, a lo mejor-peor, lo Jode.

El día de ayer, 11-S, ha provocado la mayor Sobreorganización de recursos, control, vigilancia estatal y «pseudoactivismo» ciudadano de la Historia. Cada vez parece más difícil ser Libre. Mientras más adulto, más responsabilidades y menos libertad, supongo.
Prefiero a Peter, Pan.

Buen artículo, Julen.
Me gusta la Foto.

Cd: Ayns, Ellas 😉
Pd: ¿Qué es lo que enseñan ahora?.

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M@k, el Buscaimposibles 12/09/2008 - 13:23

Me estás fallando, Julen, antes refunfuñabas mejor. No has nombrado ni los móviles de los chavales «para estar localizados», ni las webcams en las guarderías para que el padre y la madre puedan procastrinar en sus curros frente al ordenador, ni los cacharros con GPS incorporado por si se pierde el chaval, ni los polis frente a los coles para «evitar» la venta de droga, ni los jueces que se olvidan de hacer cumplir sentencias contra pederastas condenados (ni organismos judiciales que lo ven casi normal)… En el fondo eres optimista, reconócelo.

Eso sí, aguantar a la prole cuando vienen del cole y se sienten solos, nanay. ¿Acaso la Play no da compañía? Menuda sociedad.

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Josu 12/09/2008 - 16:43

La sobreprotección es uno de los peores regalos que les podemos hacer a nuestros hijas/os.

Acertada reflexión compañero.

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Senior Manager 12/09/2008 - 17:42

Creo que más bien se trata de una dejadez generalizada enfocada hacia el miedo de querer cambiar las cosas por el simple hecho de parecen estar «bien».
SM

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josemanuel 12/09/2008 - 21:28

Vallas de quince metros en las fronteras del sur, radares conectados con satélites oteando el océano, cámaras de vigilancia en nuestras calles, cercados en la urbanización, alarmas conectadas con la policía en las viviendas… ¿tenemos enemigos o nos los estamos creando?

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ekonomus 13/09/2008 - 00:26

Me ha encantado este artículo, y lo mejor son los consejos que dan en los colegios a los padres para que sus hijos no crezcan traumatizados y llenos de complejos. Y pienso… no sería mejor decirles… «hijo sales a la selva… ¡suerte!»

No estaría de más que vendieran unas burbujitas para evitar que los ácaros toquen a mi niño

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Julen 13/09/2008 - 05:39

yoriento, las aproximaciones sucesivas sirven, pero el camino de rosas llega a generar indefensión ante la incertidumbre, me temo. Disminuir la exposición a la incertidumbre es pan para hoy y hambre para mañana.
antonio, no es mala solución la de Peter Pan 😉
m@k, mi optimismo es público, porque creo que las personas tenemos una ingente cantidad de recursos. Cada cual tiene que buscar su inteligencia. Todos la llevamos de serie pero hay que esforzarse en descubrirla.
josu, pues sí, palabra delicada esa de sobreprotección.
senior manager, las cosas cuando están bien no se cambian. El problema es que a la larga bloqueas tu cuerpo. Hay que ensayar equivocaciones de vez en cuando, ¿no?
jose manuel, esa reflexión tuya me encanta: muchas veces me parece que inventamos los fantasmas porque ya está montado el negocio de la seguridad. Así que de vez en cuando hay que sacar a pasear los perros para infundir miedo.
ekonomus, quizá no es tanto machacar con que salen a la «selva», pero sí que un «búscate la vida» no estaría de más como una asignatura obligatoria en la escuela.

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Lula Towanda 14/09/2008 - 10:21

La superprotección da seres enclencles y dependientes. Es como si se les quitase las defensas para valerse en la vida.
Si no te pasa nada en la vida, ¿estás vivo?

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Julen 15/09/2008 - 04:27

lula, si no te pasa nada, aunque estés vivo (que quizá fuera que no), ¿qué más da si no pasa nada?

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