Vacacionando de verdad

by Julen


Ayer un amigo me decía que no escribía en el blog. Pues va a ser que estoy de vacaciones. Nada de trabacaciones ni siquiera de travacaciones. Vacaciones a secas. Sí, porque aquí en Aracena, aunque sea sierra verde y la gente del lugar afirme que llueve, de momento no vemos nada que se le parezca. La variedad se refiere al grado de calor: muchísimo o sólo mucho. Así que la galbana se pega y ya lo único que queda es el remedio de la lectura.

Me he fundido últimamente un par de novelas de Lawrence Block. En concreto dos de Matt Scudder. Me las trago como si fueran un bocadillo para un chaval de 15 años que viene de jugar de la calle muerto de hambre. No me duran dos asaltos. Pis pas, las páginas pasan con vértigo. A veces hasta creo que salto palabras. No sé qué me pasa con ciertas novelas, que llegan, se apoderan de mi vista y no hay manera de soltarlas. Circulan a toda velocidad.

También me ha traído para acá un buen arsenal de libros serios y aburridos. Bueno, ya comenté por aquí que me leí La doctrina del shock, de Naomi Klein. Pues visto y no visto, también ha desaparecido entre mis manos No Logo. Un consejo: a quienes os mováis en el entorno de las empresas, conviene leer estas cosas críticas con el sistema. Hace pensar en el mundo que pisamos y el poder de las empresas y las marcas. Más adelante ya hablaremos en serio de estos asuntos.

También me he ventilado La imaginación estratégica, de Alfonso Vázquez. Ya lo comenté aquí también. Estos tratando de asimilar algunas cosas de teoría de sistemas, caos y desordenes varios. Me es útil para navegar en este mar tormentoso de lo cotidiano. Por eso estoy tratando de digerir otro libro que tenía en la recámara desde hace tiempo. Se trata de La ecología social de la organización, de Julián López Yáñez, profesor de la Universidad de Sevilla. Cuidado si os animáis con él porque hay que leerlo despacio. Por eso también ando releyendo algo más suave: La organización por dentro, de Charles Handy. Este hombre siempre pone sentido común en lo que escribe, algo digno de reseñar.

Todavía tengo más cosas esperando, aunque espero que me dé tiempo antes de terminar esta etapa de las vacaciones aquí en la Sierra de Aracena. Me refiero a La segunda brecha digital, un libro dirigido por Cecilia Castaño, a quien tuve ocasión de saludar en la feria del libro de Madrid, gracias a Mari Luz Congosto. Es un libro que trata de la brecha de género, un tema que me parece relevante, una vez que he escuchado las cifras de participación femenina en eventos como Euskal Encounter o la Campus Party.

Así que aquí seguimos dejando pasar el tiempo. Bici por la mañana (un placer retomarla tras un cierto tiempo de desencuentros), lectura, paseíto a por el pan, ensalada en casa, más lectura, quizá algo con el ordenador (quizá no), dejar pasar la tarde, paseo por la tarde noche. Complicaciones de la vida moderna en la sierra. No os preocupéis, nos seguimos leyendo. Disfrutad.

La foto es de una calle de Aroche, pero podría serlo también de Madrid.

Technorati tags |

Artículos relacionados

3 comentarios

M. Luz Congosto 09/08/2008 - 16:54

Ya me contarás el libro de Cecilia, que yo me llevé otro.
Arias Montano tiene calle en Madrid, en el distrito del Retiro (La Infanta Elena vive ahora muy cerca de esa calle).
Y como no, en el Escorial, haciendo esquina con Felipe II 🙂

Estás bajo el manto protector del ilustre bibliotecario de Felipe II

Responder
Carmen 11/08/2008 - 12:37

¿Y el desayuno lo haces en casa? ¿Te pierdes esas tostadas andaluzas con mantequilla y mermelada a discrección o manteca «colorá» que sirven en ese casino? ¿O al menos servían? ¿Y las tertulias en la calle?

Responder
mauricio herrera vera 19/08/2009 - 19:18

esta padrisima la informaciòn y espero poder conectarme mas seguido a su pagina. felicidades

Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.