Acompañando al río Duero en bici

by Julen

Pues ya me ha costado decidirme. Mi intención inicial era haber dado pedales por Irlanda allá por julio, pero un cambio de planes con las fechas de las vacaciones truncó el asunto. Por fin, hay fumata blanca. Hoy comienzo a acompañar al río Duero espero que hasta la zona de las arribes para volver de nuevo hasta el origen.

Hoy me acerco hasta Duruelo de la Sierra (entre pinos y necrópolis) para subir hasta algo más de 2000 metros de altitud. Allí en Urbión nace el río Duero, el río de oro. Me quedaré a hacer una noche en Duruelo y ya mañana empezaré a hacer las etapas junto al río. Mi intención es usar carreteras locales y poco transitadas. Este es un viaje por Castilla, esa tierra que ya he comentado en alguna ocasión que tanto me gusta: Hundido en Castilla.

Espero disfrutar de los amaneceres castellanos, esos en los que la sombra te acompaña alargada, cual sombra de ciprés por delante de ti. Hasta que llegue a la comarca de las arribes por las mañanas el sol pegará por la espalda. Siempre es una sensación que me ha gustado. Recuerdo cuando hice la mitad de la transpirenaica (qué recuerdos de web 1.0, por cierto) las estupendas sensaciones que proporciona ese sol de mañana que inaugura cada día.

Como comentaba en un post anterior, espero ir narrando el viaje a través del blog en la medida que encuentre infraestructura en la ruta para poder hacerlo. Algún día quizá inaugure nuevo blog para este tipo de viajes por aquello de no aburrir a quienes quizá esperan otro tipo de contenidos de este humilde blogsito. Disculpas.

Pues eso, que en breve me voy hasta Duruelo de la Sierra para subir en bici hasta las Fuentes del Duero, allá donde nace el río de los poetas. Aquel al que escribió Gerardo Diego sus famosos versos:

Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.

Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

Tú viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.

Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.

Quién pudiera como tú
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso,
pero con distinta agua.

Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,

sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembren en tus espumas
palabras de amor, palabras.

Nota.- La foto es del nacimiento del Duero y está tomada de Pirineos3000.com.

Artículos relacionados

1 comentario

Lula Towanda 19/08/2008 - 09:14

Será un regalo seguir tu viaje desde tu blog y mucho más descansado.

Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.