Gratis y abundante, adiós a la austeridad

by Julen

Chris Anderson está volcado en el análisis de la gratuidad. Los nuevos tiempos han acostumbrado a que gratuito sea sinónimo de éxito si luego generas fuentes alternativas de ingreso vinculadas al tráfico generado. Es decir, gratis, pero no, aunque gratis. Menudo lío.

La chavalería no está dispuesta a pagar por su música ni por un libro pegado a una estantería. ¿Por qué vas a pagar cuando lo puedes conseguir de forma gratuita? Simplemente: eres idiota si pagas por aquello que podrías conseguir gratis.

Gratis equivale a abundancia, masificación, ruido, exceso, eliminación de barreras de entrada. Internet es un almacén de dimensiones descomunales, imposibles de comprender desde la racionalidad. Hay de todo para todas y todos. Pasen y cojan lo que deseen. Es el primer mundo, insultante, pleno de cualquier cosa que usted desee, maná caído del cielo. Allí está lo bueno y lo malo, allí el gran almacén del siglo XXI. Eliminadas las restricciones del almacenamiento físico, florece la desmesura.

Mientras, no sé cuántas personas del otro planeta, el que no es Internet, no podrán acceder a la abundancia que predicamos. Junto al gran referente de la prosperidad navega la miseria, el fracaso del reparto hiperparetizado. Nada de que 20 consumamos lo de 80. No, el problema es más extremo. El problema es de una distribución tan salvajemente injusta, que no debe llamarse distribución sino concentración. Lo gratis está concentrado en el primer mundo que acepta las leyes del consumo como punto de partida. Más lleva a más, esto no hay quien lo pare.

Juan Freire nos lo cuenta como éxito marketiniano y luego lo matiza. Necesitamos más y más voces críticas. No podemos aceptar ingenuamente una carrera ladera abajo y sin freno por el territorio de la abundancia. La reinterpretación de lo gratis en Internet tiene muchos matices y hay que afilar el lápiz al máximo. Tenemos que estar precavidos. La velocidad del sistema en la economía de la abundancia puede conducir a nuevas patologías, las que tienen que ver con las miserias de la voracidad. Cuidado, que la avaricia rompe el saco. Y tu éxito económico puede ser tu fracaso emocional.

¿Y si un valor a recuperar en el mundo de la abundancia fuera la austeridad? Preparémonos para otra paradoja.

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9 comentarios

Alorza 08/03/2008 - 11:29

Creo que vas por buen camino. La austeridad es un valor a recuperar o, más bien, a remodelar. No se trata de austeridad puritana, sino de algo así como un austeridad hedonista, lo que está reclamando nuestro tiempo. ¿No querías paradojas?

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mkl 08/03/2008 - 12:36

Pues de acuerdo con esas paradojas, aunque no sé si es tal ¿Donde será más virtud la austeridad sino es en el mundo de la superabundancia?

Sin embargo, hay que añadir un matiz a tanta gratuidad y oferta y es que su acceso, sin embargo, esá en manos de poquísimos agentes que acumulan un poder extraordinario.

Si a las operadoras un día les da por decir que esto se ha acabado o si nos cortan unos pocos cables submarinos de esos, se acabo el cuento ¿Otra paradoja? Quizá. Todo está en manos de muy pocos.

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tic616 08/03/2008 - 16:22

Me ha gustado lo del «fracaso del reparto hiperparetizado» – es como lo de la larga cola pero al revés.

Pero quiero dar el toque optimista, ¿no creeis que ahora es más fácil la distribución justa de recursos, cultura, educación, información, …? AL fin y al cabo esa distribución de riqueza inmaterial es mucho más fácil aunque comparto los temores de mkl y las operadoras, que ya le están dando vueltas a ver como le dan un buen bocado a ese potencial caudal de ingresos que pasan por delante de sus narices, quiero decir por sus redes.

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M. Luz Congosto 08/03/2008 - 22:29

La austeridad será el lujo del siglo XXI, se instaurará el minimalismo en el consumo. Vengo observado esta tendencia en mis hijos.

Respecto al todo a cero, existe incluso el efecto Tom Sawyer

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Josu 08/03/2008 - 22:32

Yo creo que el tema de la austeridad y sobre todo el de diferir las recompensas, son vitales en la formación de las generaciones más jóvenes. Creo que la sociedad de la abundancia es uno de las mayores trabas que tenemos los educadores para desarrollar nuestra labor

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Adria 12/03/2008 - 14:18

Se esta hablando de abundancia en la economía digital, es decir de desmaterialización, permitida básicamente por la «ley» de moore…

que no debe ser confundida con la economía tradicional, basada en la escased (aunque es imposible desligar totalmente una de la otra).

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Carme Pla 13/03/2008 - 08:05

Pues sí, creo que en la abundancia desmaterializada, en su relación con la economía tradicional, el bien escaso entonces es la atención de las personas.

Por eso creo que hay que decir que gratis no es suficiente, además tiene que ser útil y «findable».

Y de ahí que el reto ahora es la gente que no está conectada y es también un reto romper con la polarización que ha ido creando el actual sistema y que muy bien señala Julen.

Ah, y que me apunto a lo de la austeridad, aquí mi voto.

Oye, y estoy escribiendo esto y me viene a la cabeza una comparación del aspecto visual de los buscadores… parece que el que más usamos es el más simple y «austero» (al menos de cara al usuario)…

Keep it simple gráfico.

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¿Porqué GRATIS es el futuro de los negocios? | Elementos Comunes 10/11/2010 - 09:45

[…] Gratis y abundante, adiós a la austeridad por Julen Iturbe […]

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Consultoría artesana en red » Marketing de la bondad 12/05/2011 - 05:44

[…] un simple impulso: el de reconocer que la humildad y la austeridad son hermosos valores que quedan sepultados por toneladas de comunicación. Por eso sigo pensando en la artesanía y lo pequeño como el estado más deseable. Toca aguantar […]

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