Mi competitividad artesana

by Julen

Van para cinco años que estoy trabajando como consultor artesano y aunque no pretendo ni mucho menos sentar cátedra ni decir que mi modelo es fantástico, comparto con quienes leéis esto una pequeña reflexión acerca de las que considero son mis fuentes actuales de competitividad. Lo hago por si alguien quiere unirse a la conversación y compartir los que considere son sus puntos fuertes. Hago una lista y luego, en otros artículos si es necesario, podemos desarrollar más algún apartado en concreto.

  1. Cultivar relaciones «al estilo del lugar», sin presión comercial y con mucha siembra a medio-largo plazo. Hacer red tanto con clientes como con otras personas que se dedican a lo mismo que yo (si complementan mi conocimiento, perfecto). Buscar tus personas referentes con las que hago química.
  2. Agregar a la consultoría actividades complementarias que enriquezcan la visión: en mi caso, la docencia en la universidad y la investigación.
  3. Trabajar en abierto, para hacer lo más transparente posible la actividad propia. Lo más fácil, por ejemplo, es compartir materiales de formación (quizá la labor de consultoría es más complicada de transparentar por aquello de que manejo a veces su información supuestamente sensible de cliente).
  4. Identificar lo que no sé hacer bien y no caer nunca en la tentación de facturar en esos terrenos (esto no quiere decir que no pueda hacer un proyecto del cual no tenga demasiada idea porque con un cliente de confianza puedes llegar a cualquier sitio).
  5. Buscar clientes con los que desarrollar proyectos a largo plazo (un horizonte más allá de un año como mínimo).
  6. Abrir proyectos no facturables; es decir, participar en actividades de las que recibes tanto que no tendría sentido facturarlas porque ya ganas bastante con el aprendizaje. En mi caso, es evidente que hablo de Aprendices, por ejemplo, pero también ando metido en otros proyectos de este estilo.
  7. Escribir, dejar constancia de los pensamientos que tengan que ver con la gestión. Por supuesto que el blog es la herramienta ideal. Necesitas comunicar y este es un medio estupendo. A día de hoy me cuesta ver un consultor sin blog.
  8. Acudir a jornadas, conferencias, mesas redondas, sea para estar a un lado de la mesa presidencial o al otro. Es el lugar ideal para charlar de forma abierta con compañeras y compañeros de profesión o con gente que, si está allí, es porque le interesan cosas parecidas a las mías.
  9. Enviar periódicamente información de valor añadido (artículos, libros o direcciones de internet) para clientes y otra gente de mi red.
  10. Si un proyecto se tuerce, no pasa nada, de frente y a la cara con el cliente: «la estamos cagando». Y cuanto antes lo hagamos, mejor. A veces he tenido vértigo porque da miedo, pero dejar pasar tiempo es lo peor.
  11. Ayudar a la gente de mi red, sobre todo si son personas más jóvenes que están empezando o que pueden recibir parte de mi conocimiento para «engordar» profesionalmente.
  12. Ser crítico con lo que hago, no perder la mirada escéptica y acostumbrarse a trabajar con la crítica y fomentarla. Sé que a veces es complicado aguantar a alguien que te mete caña, pero ahí está parte de nuestro crecimiento: al rebatir argumentos o al modificar los propios.
  13. Romper los horarios y dejarse llevar por la emoción de los momentos. Un día entre semana sin reunión puede ser un día estupendo para coger la bici, aunque sean las 11 de la mañana y se supone que debieras estar trabajando. Hay tiempo para todo.
  14. Disciplina con algunas cosas de mi organización personal: horarios para comenzar a trabajar, entorno físico del despacho (en mi caso con una aplicación básica de 5S), reuniones colocadas en horas «valle» de rendimiento (según cuáles, claro).

Pues han salido 14 elementos sobre los que creo que construyo esto de la consultoría artesana. Si sirven para avanzar con la gente del gremio, encantado de compartirlo. ¿De dónde viene tu competitividad artesana?

Sigo con la imagen de los muñequitos artesanos de normanack.

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20 comentarios

aitortxu 21/02/2008 - 09:01

Ya me gustaría a mi tener tantas como las que pones en práctica.
Yo añadiría, la experimentación sin pudor de «cositas» nuevas ( telefonía móvil por IP, entornos virtuales de chat, herramientas 2.0, descarga de soft y enredo con las mismas, etc…)

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Francisco Marco-Serrano 21/02/2008 - 09:21

Y según un amigo mio: DIVERSIÓN; la he incorporado a mi decálogo.

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Edu William 21/02/2008 - 15:18

yo solo cambio la playa por la bici…y a ser posible dos dias entre semana 😀
si tuviera que resumir, justamente los 3 primeros puntos me parece fundamentales. muy muy util!
saludos

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Consultor Anónimo 21/02/2008 - 15:27

Interesante. Como eres un tío con experiencia, has sacado un buen montón de rasgos. Los que yo diría quizás ya están planteados en lo que tú dices, pero irían por:

a) La rentabilidad económica no lo es todo: importa también trabajar agusto, enriquecerse, conectar. No todo es dinero, también hay que disfrutar del viaje, y eso suele redundar en el éxito de lo que se aborda.

b) Selección de clientes y selección de proyectos: merece la pena dejar pasar algunos trenes «con mala pinta» y centrarse en los que te llevan a donde quieres. De nuevo, los proyectos que hagas los harás agusto, y también redundará en mayores éxitos.

c) «Yo me lo guiso…»: tú mismo vendes, tú mismo tratas al cliente, tú mismo ejecutas. Mantienes la visión global de los proyectos, que no quedan fragmentados en una larga cadena de compartimentos estancos en el que uno vende, otro habla con el cliente, otro va a las reuniones y el último mono trabaja a ciegas. Coherencia, unicidad de criterio… que redundan en proyectos mejor ejecutados.

c) Compañeros de viaje: uno solo no llega a todo, y es bueno tener localizadas a otras personas que puedan complementarnos (o incluso sustituirnos) allí donde no llegamos. La famosa red, construida sobre la base de la confianza y la independencia (y no el «te paso a un colega de mi misma empresa; es un gilipollas, pero las siglas obligan»). Con esta independencia se asegura al cliente «lo mejor», y con la confianza se asegura una cierta coherencia en estilo y resultados.

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ptqk 21/02/2008 - 17:08

julen.
muy nutritivo 🙂
pero no he entendido lo de:
«entorno físico del despacho (en mi caso con una aplicación básica de 5S)».
tiene toda la pinta de ser una broma para iniciados… pero me interesa mucho porque aún estoy en primerísimo curso de productividad personal y lo llevo de pena. creo que la dejo para septiembre 😉

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Aitor Bediaga 21/02/2008 - 18:23

Muy interesante Julen, creo que eso son los beneficios de no tener la NECESIDAD de ganarte el pan con dicha actividad y mantener cierto nivel de ingresos con otras actividades. 😉 La verdad es que trabajar en lo que verdaderamente te aporta es un lujo al alcance de muy pocos.

[ptqk] Creo que Julen habla de aplicar los principios de las 5 S’s de la calidad no solo a la industria sino también a la oficina y al propio ordenador. Mira este artículo sobre las 5 S’s.

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Javier Llinares 21/02/2008 - 23:27

Añado alguno más:

– Solo ir a proyectos donde sepas que te lo vas a pasar bien.

– Si el proyecto no va bien y hay problemas, hacer todo lo posible por acabarlo, primar la satisfacción del cliente a los malos dimensionamientos, y luego ya hablaremos.

– Si lo que vamos a hacer, pensamos que no servirá para nada, aunque el cliente insista en hacerlo, no ir. Porque no vale la pena hacer trabajos a sabiendas que no tienen utilidad.

Y sobre todo, muy buena idea la de ir agremiando y seguir fomentando el networking.

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Juanito 22/02/2008 - 11:37

Ya lo dije en tic tac, más que la persona o el equipo , son las actitudes. «quid pro quo, Clarice».

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µßio 22/02/2008 - 15:56

Genial,
Mi resumen del 1 al 9 es cultivar relaciones (incluye la siembra en otros campos).
El 10 respeto por el cliente
11 y 12 Ser fiel con uno mismo y con los demás.
13 No atarse de más y
14 No atarse de menos.
¡No doy mas de sí!
¡Salud!

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Javier Vizcaíno 22/02/2008 - 19:34

Me he permitido un par de segundos para pensar que cundía tu ejemplo entre los llamados «consultores». ¡Era maravilloso!
Ojalá dejéis de ser excepciones!!!
Un abrazo.
JV

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GUILLERMO DIAZ 22/02/2008 - 20:17

Me parecen muy interesantes tus ideas. El problema que encuentro para llevarlas a la práctica es que se necesita tener un colchón mínimo de ingresos.
Cuando se trata de personas jóvenes que se inician y que necesitan un modus vivendi, resulta realmente complicado.

Conozco a algunos exdirectivos prejubilados de empresas que se decidan a la consultoría y siguen esquemas similares a los que comentas, pero claro, ya tienen sus ingresos básicos en casa.

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carmepla 22/02/2008 - 23:46

Qué alegría leerte. Con lo difícil que es empezar, o mejor dicho, con lo que cuesta, anima mucho pensar que en realidad estás invirtiendo en el largo plazo. Ojalá sea así. Esto va directo al del.icio.us, para ir leyéndolo muy a menudo, a modo de guía para no desviarnos. Me apunto también muchos de los comentarios.

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Julen 24/02/2008 - 12:09

Gracias por todas las contribuciones. Sumando lo que vais comentando haré otro artículo o quizá revise este mismo para actualizarlo.

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Odilas 24/02/2008 - 22:36

Ya sé que es un clásico, pero lo de hacer equipo (equipo de verdad) con el cliente es algo que marca la diferencia y muy difícil de conseguir operando desde las consultoras clásicas (industriales habéis dicho por aquí?). Entre ambas compañías (la proveedora y la cliente) hay contratos, transacciones, business cases, acuerdos de niveles de servicio, plazos, penalizaciones…El rigor contractual es necesario, pero una vez empiezas a “tocar”, deberíamos olvidarnos de lo que nos separa y difuminar la pertenencia a un lado; olvidarnos de todo excepto del PROYECTO, de la banda que formamos y del objetivo común. Cuando he conseguido hacerlo, todo fluye, se establecen vínculos para siempre con el cliente y lamentablemente, en muchas ocasiones, como consultor, te enfrentas a tu propia organización, que ve en esas “licencias”, un conflicto de intereses. La artesanía creo que facilita ese ensamblaje aunque como me decía un amigo esta tarde, la artesanía, más que una cuestión de tamaño, es una cuestión de actitud. Suscribo lo de la diversión, pero diversión compartida con el cliente. Cualquier proyecto que se precie deberíamos (unos y otros) recordarlo con una sonrisa de satisfacción, años después. En realidad yo sólo recuerdo esos.

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Consultoría artesana en red » 12 fuentes de competitividad en el siglo XXI 27/12/2008 - 08:58

[…] Mi competitividad artesana […]

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Damien 21/05/2009 - 21:02

Gracias por formalizar de forma tan clara los objetivos sin duda de la gran mayoria de los consultores artesanos.
Soy uno de ellos, empezando tras dedicar los ultimos 7 años a la creación de una empresa de servicios.
Nunca imagine ser consultor, me encontre con un contacto que me lo pidio deliberadamente … llevo año y medio con el, asesorandole sobre el management de su empresa PYME. Es un trabajo que facturo a precio de amigo con muchisimo gusto por dos razones :
1- me apasiona y enseña mucho,
2- me permite reactivar mi creatividad y movilidad en conceptos de mi propia empresa.
Que «sencillo» ser consultor y decir a los demas como tienen que gestionar sus empresas y dificil ser tan objetivos y criticos, con el management de mi propia empresa.
Gracias de nuevo por compartir con nosotros este articulo, me quedare con la emoción del momento presente y el dia en el mar en mi caso en vez de la bici.

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ROMANO 24/09/2013 - 23:05

el articulo me parece super interesante, me gustaría que compartieran con un servidor algo sobre la consultoria como fuente de competitividad gracias

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