El Verodal

by Julen


Una playa al fondo de ningún sitio. Y de color rojo, producto de desmenuzar en pequeñas partículas lo que algún día fue grande. La playa del Verodal parece que se agarra al fondo del Valle de El Golfo para decir que todo tiene un final.

Miras la arena y no es arena. O sí lo es, pero es arena diferente. Piedras pulidas por el mar que golpea de forma insistente. Una ola, otra detrás que se topa con la que vuelve, otra que juega a amontonarse con la que le precede, un sinfín de ir y venir. Abrillanta las piedras que quedan sujetas a la arena. Pero la unión es temporal porque muchas piedras quedan a merced del movimiento compulsivo de las olas.

Tras la ola brillan, reflejan los rayos del sol. Es su momento de gloria, porque tras varios envites de las olas, son engullidas por el océano. Han servido para que los humanos las observemos mientras evitaban la pendiente abajo. Luego vendrán más, desde arriba. Se precipitan a la playa desde las alturas. La tierra volcánica se desmorona. Acaba llegando al océano, lo quiera o no, porque de allí salió y allí volverá. Es cuestión de tiempo.

El Verodal, en pleno malpaís, antes de llegar al meridiano cero. Como otros muchos lugares, podría ser un fin del mundo. Más allá, nada.

Artículos relacionados

2 comentarios

M@k, el Buscaimposibles 10/02/2008 - 15:47

Qué pos más poético. Me ha gustado.

Responder
Fernando 13/02/2008 - 11:00

Mira que son poco chauvinistas los canarios: en varias de las islas tienen un malpaís
Pospoesía posmoderna 😉

Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.