Y van tres de tres. Como los tres cerditos y como las hijas de Elena, tres eran tres los parques tecnológicos: Miñano, Miramón y Zamudio. Y tres conferencias. Y tres salas sin wifi o con conectividad mínima como la de Zamudio, que va y viene (o que yo ni soy capaz de pillar). Y desde el púlpito dale que te pego a decir que la web 2.0, que tal o cual herramienta, que el mundo es maravilloso, que la tecnología cambiará nuestras vidas, blablablablá.
¿Cómo vamos a convencer así a nadie de que la web social, la web 2.0, Internet o el sunsuncorda es la plataforma sobre la que trabajar? Estamos en los parques tecnológicos y estamos comiéndonos las miserias de una sociedad sin red al tiempo que le escuchamos a Marko Txopitea hablarnos de los retos de la sociedad en red.
Humanos contradictorios que somos. Viva la tecnología. Estoy por regalarles el cartel de la imagen.
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10 comentarios
¡Ahí, ahí! ¡Duro con ellos! Es que hemos hecho la casa por el tejado: primero una filosofía muy guay, pero luego poca chicha con la que armarla. Lo del wifi por estos «ingurus» es de llorar. Curiosamente, funcionan mejor los de tascos y garitos varios que los de lugares oficiales, semioficiales o paraoficiales. ¿Ha conseguido alguien que le funcione la wifi de Termibus en Bilbao? ¿O la del centro comercial Bidarte?
Apa Julen,
No hemos podido conversar a la salida. Te he visto muy suelto, eh? Oso ondo.
Me he quedado en el 80 de Pareto, el centro del campo no ha movido con soltura el balón y me he quedado con ganas de preguntar algunas cosillas.
Veo muy complicada la implementación de las tecnologías 2.0 en la organización de las empresas «tradicionales», pero no puede darse el caso de que los propios clientes lleven a esas mismas empresas a acercarse a esas tecnologías? Me contaste tu el proyecto de Orbea?
Parece que hay empresas que han empezado a aprovechar el posicionamiento que facilitan los blogs para su propio negocio. Hay ejemplos y casos de éxito?
¡Abajo los centros tecnológicos! ¡viva la sunsuncorda! (¿Qué es lo que es?) Y yo sí me conecto en la Termi: miro hacia Ingenieros y me conecto al Eduroam de la uni 😉 (Bueno, vale, hago trampa, soy de la uni…). Así que eso: conferencias y conferenciantes a la uni, que es donde tiene que estar el saber más a mano.
Aunque había oído (más bien leido en tu blog) la situación de las wifis de las sedes de Enpresa Digitala, lo que sin duda me ha dejado más perplejo ha sido la actitud ante tal situación.
Este lunes estuve en la sede de Bizkaia Enpresa Digitala, participando en las II Jornadas Morfeo. Nada más llegar ví el famoso cartelito de la Spri que anuncia que es una zona con cobertura Wifi. Así que pregunté que hacía falta para poder usarla (por si las moscas).
Lo que me dejó de piedra fue la coletilla a la respuesta de como usarla: «Bueno, en realidad no funciona demasiado bien. A veces no va».
O sea, que no es que se haya roto por casualidad y no vaya. Es que simplemente está mal montada, o mal dimensionada, o rota desde hace tanto tiempo que es ‘vox populi’ (entre la gente de Enpresa Digitala al menos), pero no hacen absolutamente nada por arreglar la situación.
Para eso es mejor no poner el cartelito y no ‘ponerse la medalla’ de que tiene wifi. En realidad no la tiene. Tienen un cartel y un par de ladrillos de plastico con antenas y un cablecito que llega hasta allí.
Teniendo en cuenta lo poco que cuesta la infraestructura necesaria para dar ese servicio y el gasto corriente que genera (un poco de electricidad, el fijo de una línea de teléfono y un ADSL de una velocidad normalita) me alucina que no hayan sido capaces de poner algo decente en marcha.
Como dicen en mi pueblo: para mear y no echar gota.
Saludos. Iñaki.
Estuve en la conferencia de Miramon y aluciné con el tema del wifi. Tienes toda la razón. No podemos empezar la casa por el tejado. Sin embargo, es un asunto que es recurrente en cualquier tipo de sarao (y últimamente he estado en unos cuantos).
Por otro lado, en lo referente a la implementación de las tecnologías 2.0 en las empresas la cuestión es que todavía tenemos que hablar de temas tecnológicos (problemas con el wifi, Internet capado,…) cuando el asunto de calado es más conceptual (transparencia, fronteras porosas entre organismos y públicos empresariales, participación, ruptura con el modelo de cultura corporativa tal cual se conoce hoy en día,…).
A mí entender todo esto tiene mucho que ver con lo que Gary Hammel plantea en su libro «The future of management»: todavía nos regimos por paradigmas del siglo pasado.
jode….y yo que pensaba que era el raro porque sólo me podía pasar a mí…
tremendo el cartel. Igual me animo y saco pegatinas para pegarlas en cada poste de conexión wifi financiado por la SPRI, es decir, por todos…
JV, tranquilízate. Ya sabes que la mejor wifi es la del vecino, sobre todo si la deja abierta 😉
Josu, vale, vale, ya pago café 😉 No fui yo el de Orbea, pero voy raudo a enterarme, que tengo infiltrados allí.
M@k, como te pille la pasma, te vas a enterar.
Iñaki, porque no llevo suelto encima… dime cuánto es y lo arreglamos en un abrir y cerrar de ojos. Aibalahostia.
Antxon, ahí le has dado, tío. Ya somos dos que pensamos que el problema tiene trasfondo, ¿verdad?
cuando se va a una conferencia se va a escuchar al ponente, por respeto y educacion, no a chatear y a internetear
en los cafes en los pasillos hay la suficiente cobertura asi que por favor, antes de hablar informarse
y un poco mas de sentido comun, las conferencias son para escuchar y aprender, no navegar por internet
«a ver si nos enteramos!»
sentido común
no estoy seguro de si lo que comentas va en serio, o hay un toque de sarcasmo que no termino de captar. Si es lo segundo, no me procupo demasiado, ya que tengo otras carencias más importantes 🙂
Si es lo primero, entonces si me preocupa. Porque estás dando por sentado que el ‘chatear’ y el ‘internetear’ es faltarle al respeto al ponente. Lo cual es mucho dar por supuesto.
En lo referente a la cobertura en cafes y pasillos, me parece genial. Pero que lo indiquen claramente: tenemos wifi en la zona de café y pasillos, y nada más que ahí, y sólo se puede usar la wifi cuando no implique falta de respeto al ponente de la conferencia. Dejando las cosas claras desde el principio nadie se llama a engaño.
Pero decir que tienes cobertura wifi sin más, con un pedazo de cartel en la puerta de entrada a la sala de la «conferencia», es llevar a equivoco a la gente. Porque das a entender que dentro de la sala habrá cobertura, y lo que es más, que estás ‘permitiendo’ (casi me atrevo a insinuar que ‘alentando’) que los que vamos allí le faltemos al respeto al ponente usándola (sic).
Por cierto, que el acto al que yo asistí yo el otro día no eran unas conferencias. No eran unas clases magistrales. No eran unas ponencias de gurus para ignorantes. Eran unas jornadas de intercambio de experiencias, en las que todos los participantes estaban en pie de igualdad. Así que no me importa que el resto de los asistentes me faltaran al respeto por hablar de sus cosas, o leer su correo, u otras tantas cosas, en lugar de hacerme caso a mí únicamente.
Si quieres fomentar iniciativas de participación (y tengo entendido que de eso van muchas de las acciones de Enpresa Digitala, a menos que esté muy equivocado), el dar conferencias en las que un gurú cuenta cosas y los demás asienten con la cabeza y no le faltan al respeto haciendo otras cosas que no sean atenderle con la máxima dedicación, no creo que sea una buena estrategia. Al menos esa es mi opinión.
Sinceramente, espero que me haya equivocado completamente con tu mensaje y efectivamente se me haya escapado el tono sarcástico del mismo.
Saludos. Iñaki.
Poco, tarde y mal, son tres máximas, como las hijas de Elena y ninguna era buena. Pero la apariencias, ….
¿Cuantos de los que meten dinero en esos institutos tienen alguna necesidad de conectarse allí?