¿Te gusta conducir? Hijoputacabrónmaricón

by Julen


Enseguida me di cuenta de que esa celeridad con la que te acercabas debía predecirte malos augurios. El carril de la izquierda en la autopista permite la sucesión de vehículos de uno en uno. Ni por arriba, ni por abajo, ni a izquierda ni a derecha, ese carril es sólo uno. Entiendo que no lo comprendas. Ni tú ni tu flamante y precioso toterreno BMW color negro. ¿Te gusta conducir? ¿Y a tus amigos? ¿Son más de autoemoción? ¡Qué bonitos y dulces anuncios!

Nunca antes las emociones se consideraron armas de convicción. La compra compulsiva había quedado reducida al paso por caja. Tentaciones básicas: gominolas, chicles y alguna que otra menudencia tratando de cautivar a la parte más infantil de nuestro ser. Allí lo compulsivo apartaba de ti al ser adulto y ¡zas! caía alguna compra.

Pero hace ya algún tiempo que las mentes sesudas de la publicidad descubrieron el sentimiento para vender automóviles. Tu vida podía quedar traspasada por actos súblimes de conducción. Actos que modificarían la percepción del universo. Un antes y un después. Una delicada sensación de placer, auto emoción, la autorrealización como persona de pleno siglo XXI pasaba por sentirte poderoso a los mandos de ese todo terreno. Negro, reluciente, agresivo, rugiente. Joder, que siempre son negros.

Y me has encontrado en tu camino. A mí y a una larga fila de imbéciles conductoras y conductores. Personas todas que algunas ni siquiera somos capaces de distinguir entre el modelo que tú elegiste y el de gama más baja. Se dice así, ¿no? Pues ya ves. Allí estábamos todos, la parte estúpida de la humanidad que no distingue entre el triptonic y el macpherson. Allí estábamos, en el mismo carril por el que llegaste como un rayo.

Tan sólo habrán sido un par de kilómetros. Lástima de tan escaso tiempo para intimar. Cuando te has tirado a la derecha, dos carriles más allá, te he visto desmedido e impetuoso. He sido capaz de leer en tus labios. Bueno, no era tan difícil: Hijoputacabrónmaricón. Luego ya no he podido seguir la conversación. Has acelerado como sólo tú sabes hacerlo. Rápido, diestro, con esa insultante habilidad que el señor te concedió. Y te perdí de vista.

Ahora tan sólo quiero echarte un cable y animarte. Comprendo que no puedas tardar tanto tiempo en un trayecto como ése. Porque esa autopista es para ti. Pero por delante de mí había más personas, todas en sus coches. Me suele gustar coger cierta distancia, cierta perspectiva respecto a quienes me preceden. Es una forma de apreciar mejor la globalidad, el contexto en que viajamos, todos dentro de un sistema que nos captura y nos envuelve.

Tu gran BMW negro brilló hermoso detrás de mí. Sé que lo de hijoputa, cabrón y maricón no te representa. Tú eres de otra pasta. Se te han deslizado los sesos esta tarde, ¿verdad? Llegabas tarde, ¿a que sí? Puñetero trabajo que te ha agarrado hasta el último minuto. Espero que no te hayas matado. Bueno, que no hayas matado a nadie. Quizá te falte cerebro. Porque lo de llamarme hijoputacabrónmaricón no ha sido sino un simple acto compulsivo. Tú no eres así. A ti te gusta conducir. Para eso tienes BMW negro.

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12 comentarios

unantonio 14/11/2007 - 20:40

Lo mejor es que no os ha psado nada, Julen.
Mucho colgao de esos, por ahí, tienes razón; no te quiero contar experiencias de Carretera parecidas a «El Diablo sobre ruedas», aquella opera prima de Spielberg.

Sobre los BMW, cambiando de tema; te diré (puedes decirme envidioso, tengo el mismo coche de 6.000 € desde hace 4 años) que jamás había visto en una de las provincias más pobres de España, tal cantidad de coches de lujo, y no es Galicia.

¿Qué coño está pasando?
Al final, seré el último en enterarme de que la corrupción es buena y rentable. No de alquiler.

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unantonio 14/11/2007 - 20:42

Por cierto; Nosotros, a los BMW negros, (más si son 4X4) los llamamos Vopos:)
Aquellos que guardaban el Telón de Acero.

¿Tendrán algo que ver con Darth Vader?

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mpiryko 14/11/2007 - 20:55

A mi, lo que me asombra, es que hace un millón de años, un mono de la sabana, tenía ya las habilidades necesarias para … conducir un BMW.
¡Hoy me asombra que todavía existan monos de la sabana!
¡Salud!

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mpiryko 14/11/2007 - 20:57

No salgo de mi asombro

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M@k, el Buscaimposibles 14/11/2007 - 22:02

Generalmente, tú lo sabrás mejor que lo has estudiado y aprobado, algunos comportamientos representan una especie de proyección de lo que uno es sobre los demás, así que seguro que en esa escena que describes, algún pequeño resquicio de decencia le estaba llamando eso al inquilino de cuerpo y coche, aunque pareciera que te lo decía a ti.

La verdad es que no entiendo el auge que están teniendo esos coches, pero todos mis amigos andan embelesados con esos «cachotrastos». No sé, igual es que cuando repartían testosterona al venir al mundo cuando llegaron donde mí se les había acabado.

Yo con un Audi TT sería feliz, pero no para correr, sino para ligar ;->>

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Juan Lopez 14/11/2007 - 23:38

Vamos a ver….

Esta muy bien estas cositas.. que si el tio va en un coche potente y esas cosas (y mira que odio a ese tipo de gente).

Pero que quede una cosa clara… si al final ha podido adelantar por la derecha… que cojones hacias tu y el resto de panolis por la izquierda???

Hay que recordar que esa actitud tambien comporta una infracción

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Julen 15/11/2007 - 05:20

unantonio, «El diablo sobre ruedas», es verdad. Qué agobio de película con aquel puñetero camión. Este no es el caso porque esta gente no tiene paciencia y necesita ir por delante. Me anoto lo de Vopo.
mpiryko, pues asómbrate, día sí y día también. Así tenemos montado el mundo.
m@k, un día de estos lanzan al mercado «eau de testosterona» y se nos acabó el problema.
juan lopez, el caso es más simple. Sencillamente tú vas adelantando por el carril de la izquierda, como otro montón de gente y llevas coches delante que van haciendo lo mismo, a una determinada velocidad que no es suficiente para el tipo del BMW. No lo des más vueltas, que no las tiene. Además en el momento del slalom hacia la derecha disfruta como un enano. En fin, lo dejo estar.

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Noemí Pastor 15/11/2007 - 07:58

Permíteme que te corrija, Julen: el cacharrón negro no es para la autorrealización como persona, sino como macho. Las chicas nos autorrealizamos con la corporación dermoestética. Un beso, mariconsón.

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Fernando 15/11/2007 - 08:48

Esos motocarros (así los llama mi dueña), es evidente, compensan otro tipo de carencias.
Y esos piropos de artesano… que ni pintados, oiga.

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Divad Soredlog 15/11/2007 - 10:48

Comprendo el enfoque del artículo y la situación a la que te enfrentabas ya que ocurre en cualquier momento en cualquier autopista…pero me surge una duda: Si el todocamino ha podido seguir su avasalladora marcha por el carril derecho de la autopista significa que estaba libre; si estaba libre es porque no sabemos circular ni respetar el código, que puede ser uno de los motivos por los que el señor enlatado estuviese al borde del colapso.

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Josu 15/11/2007 - 12:09

Y qué me decís de los Seat Toledo amarillos con alerón? Esos si que hacen slalom!

De cualquier forma, estás entero y me alegro mucho.

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Ocho peligros de la economía de la gratuidad | Consultoría artesana en red 24/05/2014 - 10:06

[…] No vivimos de trueques. Eso quedó atrás. La cacharrería cuesta dinero, las Nike cuestan dinero, el todo terreno negro para reforzar la hombría también. Los alimentos, sean básicos o de morro fino, más de lo mismo: dame dinero. Ahora bien, […]

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