En el ágora, coworking indígena

by Julen


Más o menos es como una feria de artesanos. Gente que desde su actividad profesional individual necesita la red y, por tanto, el contacto físico con otras personas. ¿Para qué? Para tejer nuevas relaciones y encontrar inspiración híbrida. Es la idea del coworking. La idea de generar espacios de creación e intercambio de ideas. Profesionales que saben que exponiendo su actividad a la vista de otros profesionales van a consolidar su trabajo.

Aquí en Bilbao, tenemos una iniciativa en marcha: el ágora. Aitor García Rey and company, o sea, Linking Paths, están en efervescencia inmobiliaria tratando de localizar el lugar donde podamos compartir tiempo y espacio. Imagina un centro de negocios. Bien, pues dale la vuelta y constrúyelo de abajo hacia arriba. Primero las personas, primero la apertura mental, primero el lugar de encuentro, primero el cruce de ideas, primero la diversión. Luego, después, el local, los lugares de trabajo, las mesas y sillas, las salas de reuniones. Esta es la filosofía del coworking.

No sé si con el tiempo tendremos que cambiar lenguaje para evitar estos exabruptos anglosajones: coworking. Lo digo porque esto del bendito inglés planetario jode un poquillo, ¿no? En fin, la idea, repito, es esa: la feria de artesanía 2.0, la que pone en contacto a quienes hemos decidido que las empresas de más de una persona son cosa aburrida pero que sabemos que vivimos de nuestras relaciones. Suscríbete al blog para saber cómo avanza el proyecto (rss).

El proyecto concreto que estamos iniciando tiene su punto de encuentro en la red. El ágora es un proyecto que engancha, no me cabe duda. Allí queremos compartir los gastos de la esclavitud física inmobiliaria, con dos tipos de usuarios: permanentes y ocasionales. Lo tienes todo bien explicado en el sitio web: las ventajas, las razones… En mi caso, aunque tengo montado mi particular castillo artesano de papel, me gustaría colaborar al menos como miembro ocasional y empujar el proyecto en lo que pueda: organizando seminarios, encuentros, actividades incendiarias y cosas por el estilo. Creo que lo merece.

A nivel estatal ya hay iniciativas. La que mejor conozco -quizá la que más ruido hace- es la de garaje 30. Bueno, pues en breve quizá tengamos otra por aquí, en el botxo, gracias al esfuerzo de Aitor y sus colegas. El proyecto cuenta con una lista de correo a través de la cual nos vamos enterando, entre otras cosas, de lo caros que están los locales en Bilbao. Puedes suscribirte desde la página principal. Anímate. ¿Curras por tu cuenta?, ¿querrías compartir gastos y abrir tu mente para que tus neuronas conozcan a otra vecinas? Participa enelagora.

Si quieres entender de qué va esto, te dejo algunos enlaces para que enredes (en inglés, chorri):


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6 comentarios

belen 27/09/2007 - 07:31

Muchas Gracias, por un apoyo más que van surgiendo en otras partes de España, en lo que se refiere al movimiento coworking, ya que me parece una idea estupenda, poder reducir en muchas cosas y sacarle mucho provecho a la hora de trabajar de forma colaborativa, y en espacios compartidos. Realmente es muy grato que haya otros garages.

A todos los de el proyecto de el ágora les deseo que tenga mucha suerte.

un saludo,

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Ibson 27/09/2007 - 08:34

Tengo una pregunta sobre este tipo de iniciativas. Que ventajas le veis frente a las ayudas que da Bic Berrilan en Donostia, y supongo que por bilbao habrá algun organismo parecido.

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David 27/09/2007 - 13:29

Bonita iniciativa, no me cabe ninguna duda de que Aitor y Cia. la sacarán adelante.

Me parece interesante que una serie de personas se olviden de papa/mama Estado/CA/Diputación/Ayuntamiento y decidan tirar para adelante.

Toda la suerte del mundo.

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Aitor García 27/09/2007 - 17:01

@ibson no puedo hablar por el resto de iniciativas, pero en el caso de el ágora, dedicamos especial empeño a la capacidad de los espacios de coworking para generar ideas, proyectos y clientes por la colaboración entre sus habitantes (el acceso a los recursos físicos es beneficioso pero colateral).

La mayor parte de las ayudas proporcionadas por entidades como BicBerrilan (u otras) en esta materia se reducen a poner ladrillos y un suelo a tu empresa (lo cual. ojo, no esta nada mal) suponiendo que cumplas con todos los parámetros de entrada.

Como hacia referencia Julen, este centro de negocios invertido que es el coworking, pretende ir mas allá del espacio físico, haciendo que la comunidad formada sea el verdadero valor fundamental.

Lo explicamos en más detalle aquí

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Julen 27/09/2007 - 18:39

belen, tenemos que aprender también de vuestra experiencia, no cabe duda.
ibson, Aitor lo explica bien. Yo diría que es el carácter no estrictamente económico del asunto. Vale, hay negocios, pero hay algo más.
david, gracias por los ánimos.
Aitor, a ver si algún otro día podemos quedar y seguir tirando del proyecto. Yo estoy casi en plan lurker. Algo más seguro que puedo contribuir. Ya veremos.

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fernando mh 27/09/2007 - 21:08

Desde fuera esto del «coguorquin» (¿no podemos buscarle un nombre de raíz latina, más mediterráneo, tipo «co-laboro»?) me parece una aventura apasionante. Pensaba que sólo l@s arquitect@s tendíamos a «arrejuntarnos» en espacios compartidos sin demasiado vínculo formal, pero posiblemente mi desconocimiento acerca de «El Ágora» y otros proyectos de este pelaje sea una manifestación más del «contemplombliguismo-propio», enfermedad degenerativa frecuente en el sector inmobiliario en general y entre l@s arquitect@s en particular.

Ánimo con el proyecto. Tiene tan buena pinta que no puede salir mal. Y -no prometo nada- voy a hacer una consulta por si alguien de mi blogobarrio puede aportar algo a la localización física.

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