Mujeres en la dirección de empresas

by Julen


Según parece, son mayoría las mujeres que están en la dirección de las empresas y que no quieren cuotas para los consejos de administración. Hablamos de una encuesta que ha realizado Adecco (pdf resumen de 5 páginas) y que recogió hace un tiempo Cinco Días. Entre las conclusiones:

Se sienten discriminadas en los procesos de selección y en el salario, y a pesar de ello, llama la atención el hecho de que la mitad de las mujeres consultadas por Adecco piense que las cuotas en los consejos de administración les perjudica ‘porque la medida puede arrojar una sombra de duda sobre nuestra valía a la hora de alcanzar esta posición’, dicen. Sólo un 35,5% opina que esta medida, que debería tener un carácter transitorio, ayudará a mejorar la situación laboral de las mujeres en general, y de las directivas en particular.

No tengo yo nada claro este asunto. Tiene muchas aristas, pero es bien cierto que el argumento está colocado en bandeja para quienes ya están en el lugar: «yo he llegado por mis propios méritos, no como tú». Y la hemos liado. Guerra entre quienes ya están y quienes optan a estar. Asunto complejo de resolver. A fin de cuentas, no es lo mismo que la pregunta se la hagas a quien no ha llegado que, por contra, se la hagas a quien ya está en el lugar que quería, ¿no?

Yo me pongo en el pellejo de quien hace selección de personal y no me cabe duda de que aplicaría discriminación positiva. Lo hice cuando tuve oportunidad y lo seguiría haciendo ahora. Eso sí, para nada me quiero meter en la «justicia» de esa actuación. Creo que tiene que ver más con valores y con objetivos de carácter social que necesariamente tienen que ir más allá de un puesto de trabajo concreto y una selección específica. Pero, ojo, que redundan en positivo para la empresa.

La aplicación de cuotas tiene que ver con objetivos de una sociedad en su conjunto. Y las empresas viven insertas en esa sociedad. Claro que si anteponen criterios restrictivos de eficiencia -de falsa eficiencia- la cagamos. Y esto es lo que me temo sucede en una inmensa mayoría de casos. En tanto que las personas hombres parecen menos incordio que las personas mujeres pues entonces es evidente que mejor hombres que mujeres. Si, además, tienes encuestas por detrás que dicen que las propias mujeres no quieren cuotas, ya está. Punto redondo. Pero es un argumento que ha cargado el diablo.

Por otra parte, soy de los convencidos que repartos similares de hombres y mujeres en puestos de responsabilidad mejoran la gestión en general. Ahora que tanto hablamos de relaciones, de redes, de emociones y asuntos similares, no me cabe duda de que todo eso no puede funcionar bien si no hay mujeres o su representación es mínima. No me gustaría trabajar en una empresa llena de hombres y sólo de hombres porque creo que empequeñece la gestión.

Las empresas están también para transformar la sociedad. No sólo para transformar materias primas y agregar valor a los productos. Están inmersas en procesos más amplios. Tienen que mirar a los clientes de sus clientes y conseguir mayor horizonte de actuación. Si no lo hacen es probable que la máxima eficiencia las conduzca a multiplicarse por cero. Así que es lógico que si preguntas a quien está el poder obtengas una respuesta contaminada por el poder que detenta.

Nota.- Adecco mantiene un sitio enfocado a las mujeres que ocupan puestos de dirección: dirActivas, con ciertos materiales de consulta. Para acceder a buena parte de sus contenidos requiere, no obstante, registro previo. Si alguien quiere dar feedback, estaré encantado de escuchar.

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4 comentarios

los sueños de la razón 13/08/2007 - 11:33

Muy, muy espinoso este tema. Toda discriminación positiva debe plantarnos dudas continuas, aunque sólo sea para estar alerta y dejar de aplicarla en cuanto las condiciones se modifiquen. Por muy alineada con objetivos sociales que esté, se trata de discriminación y debería eliminarse en cuanto sea posible.

No es la cuota la que más dudas me presenta. Hay otras medidas a favor de la igualdad de oportunidades entre «generos» que me parecen muy perjudiciales para la igualdad de oportunidades entre personas. Hay sueños de la izquierda que han producido tremendos monstruos.

Esto suele traer cola, me temo, pero para muestra, un botón. El derecho a reducción de jornada o a la excedencia en un puesto por tener hijos pequeños se ejerce casi exclusivamente por mujeres ¿Donde fue a parar el objetivo de la igualdad? Entre las que se acogen a ese derecho, son mayoría, lógicamente, las que se pueden permitir una disminución importante de sus ingresos. Si necesitas el dinero mes a mes ni soñar con esa oportunidad.

Es un ejemplo de iniciativa pro igualdad y pro conciliación laboral-familiar en la cual, al menos, caben dudas muy razonables sobre su efectividad para la justicia social y para la propia igualdad. Por mucho que se esté a favor del principio, que es magnífico, su concreción parece un incentivo para la desigualdad de facto y un factor que aumenta la injusticia social.

Aunque igual me he salido del tiesto y eso es otro tema…

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Lula Towanda 13/08/2007 - 12:44

Tengo en la cabeza escribir un post que se titulará:
«Salir de rojas»
Creo que este artículo tuyo me puede adelantar su escritura.
Tienes razón en que el colectivo encuestado no es una buena muestra y que lo que menos se necesita es dar justificaciones para no cambiar estas desigualdades.
Las cosas tienen que cambiar aunque tal vez no sea por medio del asunto de la cuota. A ver que me sale en la comparación con «la discriminación positiva en el golf».
Te felicito por poner estos temas encina de la mesa y no barrerlos debajo de la alfombra, como hacen casi todos.
Voy a darle un vistazo a esta web de DirActivas, maque yo no lo sea (ni quiera serlo).

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Yoriento 13/08/2007 - 14:06

La eficacia de la discriminacion para considerarla positiva la tienen que cantar los datos. Como dices Sueños, si los incentivos para cuidar hijos las siguen usando las mujeres, las mujeres siguen cuidando hijos más que los hombres.

Aunque visto desde otro lado, esto anima a trabajar a mujeres que no se lo planteaban y a mantenerse en el empleo. Indicadores, indicadores, hay que elegir y medir…

Centrandome en el tema Juleniano de hoy, para mí la clave es la frase «no es lo mismo que la pregunta se la hagas a quien no ha llegado que, por contra, se la hagas a quien ya está en el lugar que quería». Por eso la habras puesto en negrita, no? 😉

En este caso, el problema no lo veo de genero o discriminación, más bien de corporativismo, amigos… Desde que estoy en la admon. conozco bastante el tema¡ 🙂

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µßio 16/09/2007 - 18:52

Quedan aún mucho cabos sueltos. Muchas empresas quieren contratar jóvenes, lo que atenta contra los derechos de igualdad y no discriminación, entre otros por edad.
Si en los consejos de administración la distribución por edad fuese la adecuada, habría mas jóvenes?
Je, je, je,

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