Hostelería: no encuentro personal cualificado

by Julen


Los hosteleros guipuzcoanos dicen que no encuentran personal cualificado para la campaña de verano. Pero no están solos en las dificultades para encontrar personas con formación, experiencia y actitudes adecuadas: parece que ocurre lo mismo con los programadores. La queja: esto ya no es lo que era. No hay personas. Hay negocios, pero no hay personas adecuadas. Fíjate tú que problema.

Claro que hasta ahora la ley era: Tengo trabajo. Así que ponte a la cola, que ya veré si te selecciono. Pero, según en qué negocios, parece que se ha dado vuelta a la tortilla. Las empresas ya no seleccionan, sino que buscan si puede haber personas interesadas en sus ofertas. Lo de la selección posterior es ya una actividad en extinción.

Las empresas pensaban que los recursos humanos iban a estar por siempre jamás ahí, en la cola del INEM. Papá empresa colocaba la oferta y riadas de personas en búsqueda de trabajo acudirían a la llamada ipso facto. Tampoco había mucho que preguntar respecto a las condiciones que ofrecía la oferta, porque detrás tenías a otra candidata echándote el aliento en el cogote. Deme lo que sea, que no está el horno para bollos. Y así fueron colando goles. Era el tiempo de los recursos humanos. Pero ahora, quizá estemos comenzando, de una vez, el tiempo de las personas.

Y las personas, habiendo evolucionado la forma en que vivimos aquí en el primer mundo, consideramos ciertos trabajos poco atractivos. Puede ser una cuestión de horarios, de malas retribuciones, de escaso contenido profesional, de mala prensa en el círculo de amistades… Pueden ser muchas las razones. Las empresas pensaron que había todo un sistema educativo que era el encargado de ofrecerles la materia prima que tendrían que consumir: personas cualificadas dispuestas a entregar su tiempo a cambio de un cierto dinero. Y las empresas tampoco se implicaban aguas arriba. Lo de la formación era parte del sistema educativo. Las empresas están para generar riqueza, para ganar dinero y contribuir al desarrollo de la sociedad (vale, vale, esta parte última me la he inventado). Tú me das personas, que yo utilizo. Pero es tu responsabilidad darme las personas.

Y llegan las empresas hosteleras y se dan cuenta de que no hay personas cualificadas dispuestas a trabajar durante los meses de verano por una cantidad X de dinero. Así que descendemos en la escala de recursos humanos y contactamos con los sinpapeles, el filón para colocar continuar con el modelo. Ahora la cola del INEM ha sido reemplazada por la cola más necesitada de los sinpapeles. Y en esta cola sí cada persona siente el aliento de la siguiente en su cogote. ¿Exigir condiciones? Tú estás tonto. Esto es lo que hay.

Complicado asunto. Porque el negocio está montado así. Trabajo estacional. Meses de verano a hacer la caja de todo el año. Hay que salir del paso con recursos humanos, sean como sean y tengan la cualificación que tengan. Supongo que es una situación muy poco atractiva para cualquier miembro del primer mundo. Sudor, trabajo intenso, clientes que llegan todos a la vez, exigencias como el que más, rápido y eficiente chaval. Y así no hay quien acepte que el dinero que entrará compensa los malos ratos.

La solución me temo que debe circular por dos ejes: uno coyuntural y otro estructural. Hay que ver cómo me pongo. Disculpas, que me explico más sencillo.

Digo coyuntural porque estos hosteleros necesitan personas con las que atender a sus clientes o con las que hacer el trabajo que se requiere por detrás. Y esto pasa, supongo, por conseguir movilizar al sector para que ofrezca una cualificación básica dirigida a potenciales personas interesadas. Me refiero a que el sector ya sabe lo que le pasa y que necesita personas de un determinado perfil, con al menos una cualificación básica. Esto hay que organizarlo con cierta ayuda institucional. Y deben moverse rápido, porque lo que este verano les sucede quizá sea sólo el comienzo de un largo calvario.

En el plano estructural, el problema es el empleo que ofrece el sector. Y ahí tendrán que ser imaginativos y pensar cómo resuelven la falta de atractivo actual. Creo que quienes pasan por esta situación deben hacer una reflexión global como sector. ¿Cómo recolocarlo en esta sociedad que les da la espalda desde el punto de vista de empleo? No quiero jugar a consultor fácil y decir que reflexión estratégica y tira palante. No, no es eso. Porque se trata de algo más que reubicar el sector en la sociedad. Se trata, al mismo tiempo, de generar un nuevo ecosistema donde, desde luego, la calidad del empleo salga beneficiada. Porque la sustitución de personas por máquinas es una amenaza real. ¿O es que no vemos cada vez más máquinas de vending repartidas por doquier? Mirad la impresionante recopilación de bloger en prácticas.

A ver si el futuro va a ser que… cuantas menos personas trabajando mejor. ¿O no era esto productividad? Sigo sin comprender la multiplicación por cero.

Nota.- No me tengo por ningún experto en el sector. Yo soy un simple usuario. Hay gente mucho más experta que yo que seguro que pueden aportar soluciones imaginativas. En este sentido, ya he mencionado por aquí alguna vez a gente como Edu William o Juan J. López Sobejano. Y también a Carme Pla, que anda estudiando estas cosas. Gente a la que podéis encontrar en un nuevo proyecto, Turismo 2.0, del que soy humilde partícipe, sobre todo como aprendiz.
Este artículo surge porque quizá hablemos de estas cosas mañana 5 de agosto en Más que palabras, de 9 a 10 de la mañana, en Radio Euskadi.

La foto es de sylvar, en Flickr.

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6 comentarios

los sueños e la razón 04/08/2007 - 22:29

Veranito en la blogosfera… ¿cómo no hablar del turismo?

Lamentablemente, los cambios necesarios no creo que se produzcan sin una crisis que nadie quiere afrontar. Lo de la hostelería de sol y playa es gravísimo porque ha generado toda una cultura de trabajo en negro, contratación fraudulenta y negocio a corto plazo como sea. Ni uno sólo de los discursos sobre la calidad necesaria para mantener el negocio ha calado en la gran masa empresarial de «todo incluido».

La crisis llegará, sobrevenida e inesperada (aunque largamente anunciada) o, como sería deseable, a partir de unos criterios racionales de reconversión, como los ha habido en sectores industriales, como mal menor. Mi impresión, pero, es que no hay político con la responsabilidad, valor (y poder también) necesarios para generar una crisis controlada. El sector hostelero masivo, el que depende de los turopereitors que se llevan la mayor parte del pastel, no está ni organizado ni cualificado para reestructurarse.

Mal lo veo, de verdad. No es ser apocalíptico. He conocido de cerca a poblaciones de trabajadores y empresarios en entornos turísticos sobreexplotados. Llegado al punto de explotación turística que se ha alcanzado en algunos territorios, no veo salución que no pase por una dolorosa y larga fase de crisis.

Tan sólo recuperar el territorio para dar cabida a otro turismo (2.0) tendrá un coste inmenso.

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tic616 04/08/2007 - 22:52

Respecto a la cita un matiz: no buscamos programadores, buscamos consultores. Aunque me consta que la situación es parecida

«Las empresas pensaron que había todo un sistema educativo que era el encargado de ofrecerles la materia prima que tendrían que consumir» – en el otro lado muchos pensaron y piensan que por tener una carrera ya tienen ganado un puesto de trabajo en «lo suyo».

Dejadme ser optimista – hay que mirar el lado positivo de todo esto: las empresas se van a tener que poner las pilas para ser atractivas y los «trabajadores» van a ver más atractivo el ser «agentes libres» (si es en red mejor) lo que sin duda va a redundar en que la economía del país sea «más sana», menos apalancada, más proactiva y reactiva a la vez, más «liberal» en el el sentido económico del término …

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Julen 05/08/2007 - 05:22

los sueños de la razón, no cabe duda de que hay un modelo de negocio cutre que ha florecido en este sector. Ahora bien, hay que reconocer que cuando sabes que tienes un ingreso concentrado en dos o tres meses del año, la gestión se hace muy complicada. A mí no me gustaría estar en su pellejo. Hay que cambiar, como muy bien dices otro tipo de macroestructuras, para afrontar este asunto.
tic616, disculpa el lapso. Me alegra ver que eres optimista. Desde luego que o las empresas se hacen atractivas o se van al carajo. Lo que comentas de las personas que piensan «que ya tienen el derecho» es cuestión delicada. Tiene que ver con evolución de la sociedad, con estilos de vida… Ufff, complicado.

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Lula Towanda 05/08/2007 - 12:12

Más que multiplicar por cero los empresarios quieren dividir por cero para obtener beneficios infinitos.
La ley la tienen de su parte.
¡viva el mal, viva el capital!

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Mikel Agirregabiria 07/08/2007 - 08:25

Has sido premiado.
Tenía que elegir entre cinco blogs que frecuento y uno de ellos fue el tuyo.
Gracias por tu blog.
Ahí tienes el premio:

Thinking Blogger Award

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Carme 07/08/2007 - 19:27

Julen, me pillaste un par de días fuera, pero ya me tienes aquí otra vez 🙂

Bueno, y también me perdí el programa de Radio Euskadi, que espero que fuese interesante.

Pues vaya si tengo tela que estudiar aquí, verdad? Pues creo que desde luego habrá que echarle imaginación y también creo que habrá que trabajar juntos desde diversos sectores, aquello de “solos no, con amigos, sí”. Por eso me parece fenomenal el grupo creado y muy contenta de verte a ti allí.

Por otro lado, aunque tu hablas aquí de la hostelería, el problema que planteas está mucho más extendido y creo que es la principal asignatura pendiente. Quisiera pensar que somos todos conscientes de ello.

Saludos y gracias por tu apoyo

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