Vecino nuevo en Ubuntu

Ayer lunes Iñaki me echó un cable para instalar Ubuntu. Ya está. Ahora queda el aprendizaje derivado del uso cotidiano. Mi ignorancia me llevó al extremo de considerar que Ubuntu era sólo el sistema operativo y no un paquete completo que incluye también las aplicaciones «básicas» para echar a andar.

Respecto a la instalación, me temo que si no está Iñaki me habría perdido con algunas pócimas misteriosas que fueron necesarias. Claro que su forma de hacer las cosas, con pantalla negra y escribiendo palabras ininteligibles es cosa de otro mundo. Según parece, hubo que realizar cierta operación de la que me niego a conocer sus detalles. Sin más, Ubuntu ya está aquí.

Empecemos por las peleas iniciales: no consigo que use la pantalla panorámica de 1024×768 que uso en mi portátil por lo que veo dos hermosos laterales negros, el control del volumen se niega a obedecerme y está bloqueado en una zona demasiado alta para mi gusto, la vuelta a la vida tras la suspensión del sistema me deja con una pantalla imposible de leer, el arranque me parece excesivamente lento, no consigo que la impresora se me coloque en modo borrador… Se ve que pide ciertas atenciones, pero estoy cargando de paciencia y empeño. Espero írselas dando poco a poco. Ten paciencia, colega. Todo llega.

Claro está que también hay aspectos positivos, con los que me quedo. Que para eso trabajar con Ubuntu es algo más que tecnología, ¿no? Veo de forma transparente todas mis carpetas y ficheros generados con aplicaciones de Windows por lo que compartiré documentos, ha pillado la conexión a Internet sin ningún problema, el entorno de escritorio es muy similar al que uno puede estar acostumbrado con Mac o con Windows, el conjunto de aplicaciones que se cargan (incluyendo Firefox y Open Office) te hacen la vida más fácil… Como no había tenido antes la experiencia, pensaba que quizá sería más complicado el tránsito, pero me parece que la operativa es muy similar.

Yo soy muy maniático con la disposición del entorno de trabajo. Me gusta tener un despliegue a mi alrededor donde todo lo que uso habitualmente esté a mano y bien organizado: es mi particular obsesión 5S. Así que me hará falta un cierto tiempo. Pero la primera impresión es que cambia muy poco la operativa de trabajo. Además, a través de los problemas que me surjan ya tengo disculpa para quedar con las amistades, entre las que cuento con insignes linuxeras/os. Red social, para qué te quiero. Disculpad si durante un tiempo me pongo pesadito, son cosas de la emoción.

A todo esto, en Ubuntu tengo cargada la versión 2 de Firefox, la que me tumba el sistema en Windows. No soy capaz de ver qué novedades me aporta respecto a la 1.5, la verdad. De todas formas, a ver si me animo y reemplazo la 1.5 algún día de estos. Todo sea por el avance de la ciencia.

Pues eso, que avisé y volví a avisar y, por fin, ya está. Conciencia tranquilizada. ¿Abandonaré Windows? De momento, soy vecino nuevo en Ubuntu. De veras que es simple. Anímate.

Nota.- La foto de Flickr de action datsun.

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