Equipos en las empresas

by Julen


Hace ya cierto tiempo escribí esto para tratar de comprender por qué a veces es tan complicado ver equipos «de verdad» en las empresas.

Los equipos de trabajo son grupos secundarios. ¿Qué es un grupo secundario? Cuando una persona forma parte de un equipo puede hacerlo básicamente desde dos perspectivas:

  • porque quiere, lo cual supone que emocionalmente está comprometido/a, o
  • porque existe un objetivo o trabajo que le requiere enrolarse en un equipo.


En una empresa tenemos los dos tipos de equipos, aunque a veces sólo consideramos a los segundos. Los denominados “grupos primarios”, del primer tipo, son los que surgen de forma espontánea, por afinidad de las personas, por pura química personal. En cambio, los segundos, los grupos “secundarios” son los que habitualmente desde la dirección queremos que existan: el equipo de dirección, el de tal o cual proyecto, el de tal parte del proceso de producción, el comercial, el grupo de mejora… Todos ellos son artificiales y aquí comienza al problema. No disponen de energía interna suficiente y hay que “inyectársela” desde fuera.

Un equipo de estos es un grupo secundario, que, si trabajáramos bien en ello, debería caracterizarse porque:

  • tiene unos objetivos específicos, que le confieren cohesión pero que admiten diferencias en las formas
  • en él las personas asumen funciones concretas, diferenciadas (que pueden rotar, claro está)
  • dispone de un sistema propio de trabajo
  • las personas son corresponsables de las decisiones
  • desarrollan procesos comunicativos muy intensos
  • cuenta con miembros que complementan sus capacidades unos con otros


Así pues, un equipo de trabajo en una empresa de cierta dimensión es artificial la mayor parte de las veces (99%). Recuperar el carácter natural de un equipo de trabajo supone caminar desde abajo hacia arriba. Es el modelo federal: la unidad básica tiene el poder y delega en la unidad más grande determinadas responsabilidades. En las empresas habitualmente el camino es el contrario: hay poder fuera del equipo e intentamos convencer a las personas de que es “bueno” trabajar configurando equipos.

Jodido asunto.

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2 comentarios

Germán 14/05/2007 - 10:35

A veces nos olvidamos de que la base de toda organización es la energía interior de las personas, una energía que no se compra, no se activa con un interruptor.

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Telémaco 15/05/2007 - 18:58

La lógica del razonamiento es aplastante. No queda nada que decir, sólo aprender la lección.

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