Están locos estos romanos: adiós al conocimiento

by Julen


Un par de veces al año suelo quedar con tres personas de mi anterior trabajo. La última vez que estuve con ellos ya lo conté, pero esta vez ha sido algo diferente. Quizá muy diferente.

Uno de mis ex-compañeros de trabajo ha decidido jubilarse -una palabra con múltiples significados- a los 51 años. Una serie de circunstancias personales y profesionales le han conducido a esa decisión. Se lo puede permitir y lo ha hecho. Pero lo que no llego a comprender es la actitud de la empresa.

No han negociado con él una jornada reducida ni le han realizado ningún tipo de contraoferta. Lo digo porque -reconocido por mucha gente- era una de las personas que más sabían allí dentro sobre la inyección de plástico. Sí, era el maisu al que me referí un día aquí mismo. Un maisu es una persona que sabe, sabe enseñar y quiere hacerlo. Estoy convencido de que son muy pocas las personas que encontrarás con esas tres características. Por eso no acabo de entenderlo.

Lo pregunté varias veces. Porque no podía creérmelo. No puedo creerme que su sabiduría desaparezca de la empresa así, sin más. Porque se va sin ninguna gestión aparente por parte de la empresa para trasladar su conocimiento -tácito o explícito- a nadie en particular. Se va. Simplemente. No acabo de entenderlo. Ayer fue una comida diferente. Ahora ya nuestras comidas son de dos ex y dos que todavía no lo son.

Y para más gracia, comienzo ahora un proyecto relacionado con el trasvase de conocimiento tácito dentro de las organizaciones en torno a dos momentos puntuales:

  • Cuando se incorporan nuevas personas a una organización, considerando cómo podemos desarrollar el perfil de tutor/a y qué competencias deben tener para facilitar ese trasvase de conocimiento tácito.
  • Cuando se acerca la edad de jubilación con el fin de que no se descapitalice intelectualmente la empresa.

Por eso todavía ando dándole vueltas a la locura en que viven ciertas empresas. Cosas veredes, Amigo Sancho.

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4 comentarios

Telémaco 10/03/2007 - 20:14

He visto eso mismo tantas veces.. que ya casi no me llama la atención.

Lo que me la llama es que se siga diciendo que lo que importa es conseguir talento y retenerlo.

Como tú dices lo que ocurre en ciertas empresas es una locura, desprecian el conocimiento, desprecian el talento y desprecian el sentido común 🙁

A partir de ahora cuando tengan problemas en la inyección de alguna pieza simplemente aumentará el nivel de rechazos y tardarán más tiempo en solucionarlo, y seguramente disminuirá la eficiencia en otros muchos aspectos. Pero a lo mejor nos llevamos la sorpresa de que no dejan de ganar dinero ( a corto plazo que es el único que ahora importa).

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desequilibros 12/03/2007 - 10:24

¿Recordáis la fábula de los monos, los plátanos y la escalera? Cada día más vigente, por desgracia. Aquí os dejo un enlace para los que no sepan de qué hablo: http://sol.blogia.com/2004/080801-una-fabula-para-no-olvidar.php

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jofegaber 12/03/2007 - 18:15

Esto es lo que pasa por los «buenos» profesionales gestores que tiene la empresa, que dan beneficios monetarios, en vez de beneficios para la continuidad de la empresa.

Somos ciegos gobernados por ciegos, y al final el tuerto es el rey!!!

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Julen 13/03/2007 - 08:32

telémaco, pues espero que a mí personalmente nunca deje de llamarme la atención. Desde luego que las contradicciones a veces son demasiado sangrantes, pero habrá que seguir machacando que ésa no es la forma.
desequilibrios, buena la reflexión, aunque sólo espero que encima no empiecen a pegar a la gente como si fueran monos…
jofegaber, no veas la de tuertos que hay como gerentes.

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