Este viernes día 9 vamos a celebrar la tercera jornada de gozo y hermandad de Aprendices. Gracias a Lorenireblog, nos juntamos en la Uni de Deusto, celda 114. De momento estamos inscritas 16 personas. Sólo tienes que añadir tu nombre si quieres acercarte. El tema que vamos a abordar: RSS. Para mí y para otra gente de nuestra comuna/comunidad uno de los temas estrella para sobrevivir en un mundo con inflación informativa desbordante. Pero esta vez va a ser algo diferente. ¿Por qué? Porque tenemos maestro, tenemos maisu. Se viene Fernando Tricas a reflexionar e irreflexionar. Un detalle por su parte, joven. Y esto me conduce a otra historia, vía hiperenlace emocional.

Cuando aterricé en Maier allá por el siglo pasado, conocí a José Antonio Urrutia, el maisu. Esta era la forma en que, por primera vez, escuché que se dirigía a él un compañero que trabajaba en planificación. Después se lo oí a muchas otras personas. Urrutia, el maisu. Maisu venía a reconocer en esa persona dos características:

  • que sabía
  • que enseñaba

Cuento esto porque no es tan fácil aceptar la figura del maestro. Primero porque quien es maestro creo que enseguida corre el riesgo de subirse un peldaño y situarse «por encima de los demás». ¿Por qué? Porque sabe lo que tú no sabes. El conocimiento da mucho respeto. Por eso detrás del saber tiene que aparecer la vocación de enseñar. Y juntar las dos características en la misma persona no es tan fácil. Aunque parezca sencillo, para mí no lo es. Porque quien enseña debe renunciar a ser protagonista.

Si repasas tu época infantil y buscas entre tus maestras y maestros, ¿cuántas personas encuentras que fueron realmente maisus? Porque el maisu busca conectar con quien tiene que aprender. Supedita su rol al de la persona que aprende; quien es, a fin de cuentas, la protagonista, la actriz principal de la obra que se representa.

Saber y saber enseñar son dos cosas distintas. Pero «saber enseñar» puede llevarse a cabo desde la ortodoxia del método o desde la conexión química ente maisu y aprendiz. El enlace entre dos conocimientos tácitos -porque quien es aprendiz también lo posee- es una de las experiencias más gratificantes que a uno le pueden ocurrir. Te das cuenta de ello cuando al volver a casa haciendo los 37 kms en coche que te separan de la fábrica, caes en la cuenta de que no ha pasado nada especial ni relevante ese día pero que has estado aprendiendo con el maisu. Porque estás aprendiendo por pura observación, al ver cómo el maisu trabaja, se relaciona con la gente del taller, te comenta algún detalle de un aprendiz, te sugiere algún pequeño cambio en el método…

En mis años de aprendiz oficial -escuela, colegio, universidad- y los de aprendiz extraoficial -toda mi vida- de momento creo que sólo he encontrado un maisu: José Antonio Urrutia. Ahora sólo le veo un par de veces al año, cuando quedamos para comer con mi gente de Trebakuntza (Formación) allá en Maier, pero sigue siendo un auténtico placer. Suelo decir que es la persona de la que más he aprendido laboralmente. Y no era ni directivo ni con no sé cuánta cualificación vía postgrados. No, nada de eso. Era el maisu. Y eso se sigue siendo toda la vida, creo. Si te topas con alguien así, enhorabuena. Tuve suerte.

Nota.- Maisu viene a significar «maestro/a» en euskera. Pero como muchas veces, su poder de connotación va mucho más allá del significado denotativo. Simplemente porque somos personas quienes pronunciamos las palabras.

Más reseñas sobre esta tercera jornada de Aprendices: Jaio la espía, M@k.

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6 comentarios

Nice 08/02/2007 - 09:44

«El enlace entre dos conocimientos tácitos», me gusta. Yo lo llamo encuentro entre expertos.

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Noemi 08/02/2007 - 11:17

Disculpa la impertinencia, Julen, amor, pero «maisu» es sólo «maestro», en masculino. «Maestra» en vascuence es «maistra». Y si quieres referirte a maestras y maestros, tienes que decir «maisu-maistrak».
¿Me perdonarás algún día?

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Josu 08/02/2007 - 13:56

El concepto de maisu-maistrak, en mi caso, no se refiere solo a conocimientos científicos y/o humanisticos del programa oficial del momento. Muchas veces me acuerdo de frases de mis maisu-maistrak que eran totalmente «off de record», aunque no me acuerdo de muchos de los contenidos «oficiales» impartidos por ellos y ellas.

Creo que la diferencia está en el contacto afectico-emocional con el alumnado, en esa «conexión emocional» y yo como docente creo que eso es lo más difícil de conseguir.

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Lula Towanda 09/02/2007 - 23:41

Yo tengo mi maisu, un number one de promoción de ingeniería. Fue mi jefe durante 10 años. Aunque ya no trabajamos juntos aún puedo disfrutar de su compañía y de sus charlas sobre computación cuántica. No entiendo lo que me dice pero me encanta escucharle.

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Julen 10/02/2007 - 06:49

nice, algún día escribo algo más sobre lo que comentas para ver si manejamos la misma idea.
noemi, gracias. Ya hemos aprendido otra.
josu, ¡qué difícil es esa conexión con los alumnos! Pero torre más altas han caído, ¿no?
lula, por algún lado recogemos lo que nos dice un maisu. Seguro que está saliendo por algún sitio de tu persona.

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