Ciencia y participación

by Julen


Estupendo el artículo de Antonio Lafuente open peer review y la cultura de la competición sobre el proceso de revisión por pares en la publicación de artículos científicos. Repasa, entre otras cosas, los resultados de los experimentos que Nature llevó a cabo con una filosofía «open» de revisión. La conclusión es pesimista debido al bajo nivel de participación en el proceso abierto de revisión. Y aquí volvemos sobre el principio: la participación en un proceso.

Antonio termina su artículo exponiendo dos razones del fracaso de la participación a la hora de revisar un artículo científico:

  1. Las tensiones derivadas de la propiedad intelectual.
  2. Las pistas que un comentador puede dejar sobre su propia investigación.


Como vemos, las viejas historias de siempre. El contexto es el que es y lo que pasa es lo que tenía que pasar, si esos son los principios en que se basa la participación: miedo, desconfianza, recelo, prevención, tú primero… Triste, pero ahí parece que estamos.

Es evidente que participar en la creación de algo es mucho más ilusionante que hacerlo en su revisión. Es decir, si queremos fomentar una participación a posteriori, los refuerzos por hacerlo deben estar bien diseñados. ¿Qué consigo por participar? Las leyes de Pareto o de participación en los medios sociales son inexorables: pocos producen, pocos intervienen de forma activa con quienes producen. La mayor parte mira y consume, pero no participa.

¿Por qué habíamos de pensar que la comunidad científica iba a ser diferente? Lo que ha pasado con el experimento de Nature es lógico, es lo normal, es lo que tenía que pasar. Generar participación es un proceso complejo, que requiere abrir muchos frentes y hacerlo de forma hábil e inteligente. Zanahorias y recompensas más elaboradas. Sea lo que sea, hay que cuidar el entorno, hay que crear los contextos que den pie a la participación.

Si el contexto no se modifica, el experimento se queda en gaseosa: se le va la fuerza al poco tiempo de abrirla. Por eso, en nuestro proyecto en ciernes sobre la participación, quizá debamos hacer un hueco para estos «nuevos referentes» de pensamiento científico que quieren modelos abiertos y más participativos. ¿Por qué no añadir una línea de trabajo acerca de participación en la comunidad científica?

Insisto, lo que ha pasado es lo que tenía que pasar. Que no decaiga el ánimo. No vamos a negar la mayor porque la comunidad científica ha participado poco en la revisión abierta de ciertos artículos. Si en una empresa que ha funcionado años y años de forma clásica, abres un buzón de sugerencias y le dices a la gente: «participa, danos tu opinión», ¿qué consigues? Me temo que nueve de cada diez veces un fracaso. No puedes pasar de A a B de forma radical, sólo confiando en la buena fe de las personas. Lo suelo decir a menudo y quizá suene un poco fuerte: nosotros hemos creado los monstruos. Modificar tendencias y erradicar inercias no es cosa fácil.

Hace poco leía un correo de Howard Rheingold en la lista de correo del proyecto Cooperation Commons sobre la competición frente a la cooperación. Quizá pueda explicar algunas de las cosas que nos cuenta Antonio Lafuente.

I believe that we humans, who know so much about cosmology and immunology, lack a framework for thinking about why and how humans cooperate. I believe that part of the reason for this is an old story we tell ourselves about the world: Businesses and nations succeed by competing well. Biology is a war, where only the fit survive. Politics is about winning. Markets grow solely from self-interest. Rooted in the zeitgeist of Adam Smith’s and Charles Darwin’s eras, the scientific, social, economic, political stories of the 19th and 20th centuries overwhelmingly emphasized the role of competition as a driver of evolution, progress, commerce, society.

I believe that the outlines of a new narrative are becoming visible—a story in which cooperative arrangements, interdependencies, and collective action play a more prominent role and the essential (but not all-powerful) story of competition and survival of the fittest shrinks just a bit.

Although new knowledge in biology about the evolution of altruistic behavior and the role of symbiotic relationships, new understandings of economic behavior derived from experiments in game theory, neuroeconomic research, sociological investigations of institutions for collective action, computation-enabled technologies such as grid computing, mesh networks, and online markets all provide important clues, I don’t believe anyone is likely to formulate an algorithm or recipe for human cooperation. I suspect that the complex interdependencies of human thought, behavior and culture entails an equivalent to the limits Heisenberg found to physics and Gödel established for mathematics.

Quizá en tanto que la competencia ha primado sobre la cooperación, es lógico que pasen las cosas que nos explica Antonio. Y, por cierto, no quería dejar pasar la oportunidad: los artículos de Tecnocidanos, como siempre, estupendos y bien documentados. Aquí, un aprendiz de tecnocidano.

Artículos relacionados

9 comentarios

Alorza 02/01/2007 - 09:33

Incluso en este caso, es posible estar peor. Manuel Castells comentaba que lo habitual en anglosajonia cuando estás escribiendo un artículo o un libro, es ir enviando borradores a otros científicos para que te lo vayan corrigiendo. Esa es la razón por lqa que los libros de ciencia comienzan con una capítulo de agradecimientos. En España, en cambio, nadie enseña nada, por miedo al plagio.

Para quedarnos con la lectura positiva, habrá que decir que la participación puede funcionar sobre una capa de red social ya establecida, y sobre una tradición de «hoy por ti, mañana por ti», «entre bomberos, no nos pisamos la manguera», etc.

Responder
Alorza 02/01/2007 - 09:45

Buf, cuánta errata. La más grave, corregida: «hoy por ti, mañana por mí».

Responder
Jaizki 02/01/2007 - 11:23

Si la cooperación aporta ventajas claras a los que cooperan, debería imponerse como estrategia. Si no lo hace, ¿significa que no aporta ventajas? Da que pensar.

Responder
Angel 04/01/2007 - 11:51

Al hilo del último comentario: la cooperación existe, sólo que cooperas con la gente que te resuelve problemas, no con quienes te los crean.
Nosotros enseñamos nuestros trabajos a tres o cuatro personas, españolas o no, antes de enviarlos a publicar. Son gente que nos merece confianza bien porque los conocemos o, en otros casos, porque sus trabajos son buenos. Pero en nuestro grupo no enviaríamos un trabajo a revisar en la forma que Nature ha ensayado porque consideramos que ya está trabajado suficientemente y que no nos merece la pena dedicar aún más esfuerzo a contestar a los nuevos revisores. Es decir: más revisores no significa más calidad sino más trabajo y buscamos la solución equilibrada entre ambos parámetros.
Saludos

Responder
Julen 04/01/2007 - 12:03

Buena reflexión, Ángel, es la eterna duda entre calidad/cantidad a la hora de generar participación en torno a un proceso. Sin embargo, creo que tenemos que considerar que las posibilidades de mejora de un documento científico crecerían si se abre a más personas. Pero esto no tiene por qué ser en su fase inicial de publicación. Quizá haya que buscar diferentes niveles de «apertura» en según qué momentos de la generación de conocimiento.

Responder
Angel 04/01/2007 - 12:35

De acuerdo con lo de hacer públicos los trabajos, no costaría mucho que los PDF, por ejemplo, tuvieran opción a comentarios. Aparte de lo anterior, nosotros tenemos todas nuestras publicaciones en la página web del grupo. Algún día tendremos problemas, no sé, pero mientras tanto ahí están. Y no hemos recibido comentarios al respecto, sí muchas descargas pero ningún correo.
Conclusión: entre los deberes para el 2007 deberíamos madurar todo este cruce de comentarios y reflexiones y proponer ideas concretas para avanzar en un modelo más avanzado de participación. Saludos.

Responder
Julen 04/01/2007 - 12:52

Espero poner en marcha un proyecto sobre participación con un wiki como punto de referencia. Estamos en las fases iniciales, pero puedes consultar la gestación en estos posts:
20 líneas de trabajo en torno a la participación.
Ventajas e inconvenientes de la participación.
Tipología de herramientas para la eparticipación.
Todavía no sé lo que saldrá de todo esto, pero en ello estamos. ¿Por qué no incluir una línea de trabajo en torno a la participación para publicar documentos científicos o de carácter «serio»? Bueno, ya sabrás de nosotros.
Un saludo.

Responder
Angel 04/01/2007 - 13:22

Quedo a la espera muy interesado, a ver cómo se desarrolla todo. Tal vez con vuestra experiencia podamos analizar posteriormente las similitudes y diferencias con las publicaciones científicas.

Responder
Antonio Lafuente 05/01/2007 - 12:09

Muchas gracias Julen. Estuve estos días viajando, de aquí para allá, y no tuve la tranquilidad para expresarte mi gratitudn por tus palabras generosas de ámimo, además de mi acuerdo con tus puntos de vista.

Yo he llegado a la conclusión, con la ayuda también de Angel, de que el experimento dice poco del problema que tenemos entre manos (si el OPR es o no una práctica necesaria) y mucho de la incompetencia de quien lo diseñó. Creo que Nature no ha estado a la altura de las espectativas que todos tenemos respecto a cualquier cosas que salga de esa fábrica de textos acreditados.

Tiene razón Angel cuando dice que sin incentivos es muy difícil que prosperen este tipo de iniciativas. Y hubiera bastado una horas de trabajo para «diseñar el/con éxito» de este experimento. Alguien tendría que haberse preguntado ¿Qué necesitamos para que los científicos consideren la prácticas de dejar comentarios a los textos de otros una oportunidad interesante para su carrera?

Cuando Time dedica su portada de Persona del año 2006 a «YOU», creo que se equivocó de forma significativa, pues si se quiere premiar a la gente que participa en la red, deberían haber optado por «US». Es este «us=nosotros» del que tanto se habla en tu blog el que de verdad está construyendo cosas tan interesantes como eBay, YouTube y Amazon, por sólo citar algunos ejemplos «realistas» (es decir, con negocio de por medio). Y es que, en efecto, crear participación es difícil, pero posible.

El OPR no sólo es una forma de balancear la excesiva influencia que tienen algunas personas/instituciones en la ciencia, es también uno paso muy recomendable (junto con otros) para avcanzar en la dirección de la cooperación y compensar los excesos de la competición.

Ojalá, Julen, pongas en marcha la wiki que anuiciabas sobre estos problemas. Antes de lanzarla, hagamos caso a Angel, y tomemos en serio el problema de los incentivos. Suerte y cuenta conmigo.

Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.