Competir frente a disfrutar

by Julen


Este otoño no he andado apenas en bici. Una pena, porque llevaba ya varios años haciendo las típicas salidas por hayedos (Hoyos de Iregua, Reserva del Saja, Selva de Irati…) y 2006 será un espacio vacío. No sé si andar menos en bici tendrá que ver con el tiempo que ocupa este blog. Pudiera ser. Bueno, el caso es que esta mañana de Navidad he salido y pienso hacerlo con la frecuencia de antes. Palabrita de niño Jesús. Hoy han sido cerca de cuatro horas en las que me he dado cuenta de la forma física que tendré que recuperar si quiero llegar en condiciones a mi objetivo del 23 de junio de 2007: la Quebrantahuesos. Pero, como siempre, he disfrutado.

Hacía frío, mucho frío. En las zonas de niebla aún más. El termómetro ha marcado un grado hasta media mañana. Eso sí, cuando estás subiendo, el calor te acompaña. Otra cosa son las bajadas, donde sientes que el frío se cuela por cualquier rendija de la ropa.

Mientras subía hacia el monte Argalario desde Gorostiza y luego desde Peñas Negras hacia el paso de la Brena, pensaba en la diferencia entre competir y disfrutar. Me refiero a la bici, aunque puedes extrapolarlo a otras áreas. Yo no me tengo por una persona demasiado competitiva pero reconozco que hay veces que me paso con la bici. Lo sé porque el regreso entonces resulta un tanto penoso. Ahí es cuando te das cuenta de que has tensado la cuerda demasiado, aunque durante el esfuerzo no seas apenas consciente de ello. Esfuerzo, esfuerzo y esfuerzo. Llegas destrozado, pero tiene su punto de satisfacción. Sin embargo, prefiero otro enfoque para una salida en bici.

Sé que si no tengo la forma suficiente las cosas hay que hacerlas más despacio. Y la sensación de disfrutar quizá es mayor. No hay tanta concentración en el esfuerzo y observas mejor otras cosas que hay a tu alrededor. Si vas relejado suelen caer más fotos, hay más paradas; sé que voy a terminar mejor. Incluso puedes ir de menos a más y volver con cierta sensación pletórica. Quizá te has metido entre pecho y espalda una kilometrada y mucho desnivel, pero al hacerlo suave, puedes terminar más fuerte. Esa sensación es verdaderamente agradable.

Siempre salgo con pulsómetro. Me acostumbré y ya no se hacerlo de otra manera. Es un chivato retroalimentador impresionante. Dice lo que hemos hecho, ni más ni menos. Es infalible. Hoy 134 pulsaciones de promedio: no muy fuerte. Mi forma física lo impedía, estaba claro. Así que he procurado disfrutar, aunque la vuelta ha sido un tanto dura. Pero sigo sintiéndome realmente a gusto conmigo mismo cuando estoy en el monte con la bici.

Muchas veces salgo solo. Eso te da mucho tiempo para pensar. Mis salidas son de 3-4 horas y eso es un margen amplio. Se me ocurren muchas cosas, quizá demasiadas. Pero es un momento conmigo mismo al que hoy no podría renunciar. Hacía tiempo que no salía y hoy, por fin lo he retomado. Seguramente voy a escribir aquí más sobre mis salidas en bici. Porque son buenos momentos para refugiarse en uno mismo. Y ahora tengo este blog donde puedo compartirlo. Suerte que tengo.

Aprovecho para confidencias. Mi agenda dice que del 17 al 31 de julio de 2007 haré BilbaoSanta Pola con la bici de monte. Tengo intención de recorrer la ruta de El Cid, desde Burgos hasta Orihuela (según la versión oficial). Ya he recogido algo de información y en ello seguiré estos meses. Soy de ese tipo de gente que disfruta tanto preparando un viaje como llevándolo a cabo. Aunque la figura de El Cid tampoco me dice demasiado, tendré que releer el Cantar de Mío Cid para darle cierto sentido al asunto, ¿no? Además, en la ruta habrá que pasar por el mítico Torrecuadrada de Molina de Aragón, un pueblo que ha dado al menos un par de insignes bloggers: los Albertos Alorza y Alvizlo.

Así que ya ves, si el año pasado fue Ginebra – Bilbao por el camino de Santiago, este año será Bilbao – Santa Pola. El caso es dar pedales. Nos seguimos escribiendo y leyendo. Disfruta de estos días.

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5 comentarios

Lula Towanda 25/12/2006 - 22:02

Un delicia leer de nuevo el Cantar del mío Cid, pero la hazaña de la bici solo esta a la altura de los chicarrones del norte. Solo tengo 10 kms de autonomía en bici: Ayamonte-la Punta del Moral.
Por lo menos disfrutaremos leyendo

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alvizlo 26/12/2006 - 13:08

Mítico lugar Torrecuadrada. Entre Tordelpalo y Molina un pequeño desvío de la ruta para llegar. En bicicleta se puede permitir uno el lujo de bajar por caminos desde Tordelpalo a Aldehuela. De este a Chera y volver a la carretera por Prados para llegar a Torrecuadrada, previa parada en biriegos. Para volver a la ruta, no sin antes visitar la plaza, el pósito y algún poyo, se sale del pueblo dirección a Prados Redondos. Al final de la bajada, cruzada la rambla a la izquierda, sale un camino que lleva, prácticamente en llano, hasta Pradilla primero, Castilnuevo y Molina de Aragón. No es la entrada más amable a la capital del señorío, pero solía ser una ruta curiosa, descansada y alejada de los cambios de rasante de la nacional.

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Julen 26/12/2006 - 15:08

lula, yo tampoco tengo autonomía excesiva con los palos de golf je je.
alvizlo, estás hablando con alguien que ya ha estado en el pósito y que ha pedaleado por Torrecuadrada. En mi caso es volver con la emoción del reencuentro… 😉

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Joseba 27/12/2006 - 19:39

Si te hace falta un escudero avisa, que esa la tengo pendiente y le tengo ganas. Por cierto, veo que compartimos la burrica.

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De viajes, vacaciones y expolios | Blog de Alfonso Romay 12/07/2012 - 17:05

[…] Por cierto, blogobrother, que hicimos en coche gran parte del recorrido de la Quebrantahuesos (sólo nos faltó la […]

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