8 razones ácidas para cuestionar el boom 2.0

Vamos a flagelarnos un poco para bajar los humos. Me da que conviene cierta cordura. El mundo no es de color de rosa, ni mucho menos.

1. En España uno de cada dos hogares no tiene ordenador. Es el punto de partida.
   
2. Después de la política, la empresa es lo que se percibe como más corrupto por la ciudadanía. Lo dice el último informe de corrupción de Transparency International. En este universo es en donde vemos las excelencias de lo 2.0: en el segundo más corrupto.
   
3. El sustrato de todo -la conectividad- está gestionada por empresas que no intentan sino engañarnos (acabo de venir de Orange y Vodafone… y es desolador el asunto). Mira las estadísticas de reclamaciones de las oficinas de consumo.
4. La mayor parte de los directivos de pequeñas y medianas empresas de este país saben lo que es Internet por la chapa que le dan sus hijos para que lo pongan en casa para bajar música con el emule. En las grandes empresas pasa… lo mismo.
   
5. Internet se mueve en inglés. En este país la estadística es desoladora: ¿cuánta gente es capaz de mantener una conversación fluida en inglés? Aquí hace falta un máster (¡tienes 97 sobre inglés técnico en emagister.com!).
6. Los nombres de las empresas pretendidamente 2.0 empiezan a sonar a chirigota: si no tienes una mezcla de mayúsculas y minúsculas en la misma palabra te echan del club. Olvídate de Conservas de Hijos de Osvaldo Tresna. Vete pensando en coN-HiOSv3na.
   
7. Una buena parte de los gerentes de PYMEs, si pudieran, prohibían Internet… para que no distraiga, joder.
8. Y, además, como todo el mundo sabe, Internet is for porn!

Así que ya lo siento, pero esto en parte es un bluf. Si no, que se lo digan a los 1000 blogueros reunidos en LeWeb3.0. ¿De qué es de lo primero que hablan? Que Orange la cagó con el wifi. Buscad «Orange LeWeb3 wifi» en Google y os daréis cuenta cómo la han cagado. Pues eso.