Hace ahora tres semanas fui a ver Scoop, la última película de Woody Allen, del que soy asiduo (de la mano de mi pareja, debo decirlo). Si los blogs son conversaciones, uno de los que también las maneja como recurso básico en sus películas es este tipo, desde luego. Solemos decir que vamos a «ver» una película, pero algunas veces pienso que hay películas que se pueden «escuchar», sobre todo, ¿verdad?
Puede gustarte o no el estilo de Woody Allen, pero desde luego lo que no puedes echarle en cara es que no sea un enamorado de las conversaciones. Y me ha resultado curioso cómo al trasladar Manhattan al viejo continente, cambia el registro y en vez de tirar de su habitual música de jazz, se pasa a Tchaikovsky como fondo musical de la obra. Me ha parecido un juego agradable el de transponer no sólo el lugar de los hechos sino también los sonidos que dan cobijo a las conversaciones. El contexto desempeña un papel fundamental para dotar de sentido a la conversación. Por eso aprecio el cambio asociado a una nueva conversación.
Otro detalle curioso de la película es que Google -opmnipresente en nuestra vida cotidiana delante de la pantalla- también tiene su hueco. Supongo que forma parte del paisaje informativo del siglo XXI. Guguelamos para buscar y en la película se usa como recurso: si quieres saber de algo o de alguien, allá vamos. Y, por cierto, no me fije bien, pero estoy por decir, que la entrada a Google va vía Firefox. ¿Alguien se ha fijado?
1 comentario
A mí también me pareció que era Firefox. Y respecto a las conversaciones de Allen, son sugerentes sus inmersiones en caóticas reflexiones como en Scoop. Consigue que el espectador comparta problemas o ilusiones.
Pero, sin duda, lo mejor de todo es cómo maneja el azar y lo mezcla con humor, neurosis, vitalidad y sátira. Un pequeño maestro.