Dunbar y los límites de los humanos

by Julen


Lucía Etxebarria parece abandonar su blog. Nos lo cuenta Antonio Fumero. Y en su último párrafo Antonio nos deja una reflexión abierta:

El caso es que la noticia trae a colación algunos temas que siguen planteados a la sombra de la Red desde sus comienzos: el anonimato, la diferencia entre espacio público/social y espacio privado/personal y su gestión con garantías, … Temas que cobran nuevo protagonismo precisamente ahora, en un momento histórico de la Web en que el proceso de socialización, la participación y la interacción conversacional parecen estar en el centro de «algo», no se sabe bien qué.

Robin Dunbar llevó a cabo una investigación de la cual dedujo que las personas tenemos un límite concreto en lo que respecta al número de congéneres con quienes podemos mantener relaciones estables. El número en cuestión es 147,8. (Si te interesa, date una vuelta por estos artículos de Life with Alacrity). No sé muy bien hasta dónde es fiable pero me sirve para quedarme con el fondo que me interesa: nadie puede conversar con multitudes.

Hace poco -y de ello escribiremos otro día- alguien a quien aprecio reivindicaba el derecho a estar callado. La renuncia a la participación, sin embargo, parece que forma parte del repertorio de conductas delictivas en el universo 2.0. Multitudes, participación, cantidad de la que emerge la sabiduría. Y, mientras tanto, los humanos parece que estamos diseñados para manejarnos en ciertos límites: 147,8 personas con las que establecer relaciones estables. Y conste que este número ya me parece una exageración.

El repliegue sobre uno mismo puede ser la respuesta a este mundo transparente, desbordado en formas y fondos, en el que vivimos. ¿Sabes que te digo? Que no, que no me la gana. No me da la gana jugar a tu macrojuego participativo y multitudinario. Yo me siento más cómodo en la intimidad de mi microuniverso cercano. Allá afuera no estoy cómodo. Es tu mundo, es tu tecnología, son formas que asocio a la despersonalización. Yo soy persona en tanto que me muevo en límites manejables.

Y mientras tanto veo con asombro (me engaño a mí mismo) cómo el número de suscriptores a este blog crece y crece. En marzo de 2005 era yo. En noviembre de 2006 convivimos en este barrio unas 250 personas. He sobrepasado el número de Dunbar. Toma dosis de vanidad, chaval. Bien, pero, ¿cómo me manejo en mi barrio? No puedo atender mirando a los ojos a tantas personas. No tengo capacidad humana de mantener conversaciones. Tengo miedo de que se convierta en un monólogo o que me vuelva loco por tener que mantener conversaciones imposibles. ¿Y por qué no replegarse y abandonar? Hasta ahora no se me había ocurrido. Y ahora se me acaba de ocurrir.

Espero que sea crisis pasajera. MI barrio me encanta, pero me empieza a poseer. Siento cómo genero responsabilidades conmigo mismo por mi participación en esta vida de barrio. Pero no sé si la exigencia es excesiva. ¿Me conducirá el blog al fracaso en la comunicación porque Dunbar colocó un límite y lo estoy traspasando? Claro que la solución viene del encumbramiento de los lazos débiles. Pero, ¿quién puñetas quiere lazos débiles?

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15 comentarios

Tochismochis 23/11/2006 - 10:38

Hombre, piensa que en este barrio de 250 vecinos, hay muchos (muchísimos) con los que te cruzas de vez en cuando pero que sólo saludan con un hola o un gesto de cabeza.

Son conversaciones efímeras, de multitud silenciosa. Y están en su derecho, por supuesto que sí. Con otros conversas más o menos.

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David 23/11/2006 - 13:14

Siempre que hablamos de este tema me vienen a la cabeza las novelas de Vila Matas. Seguro que a la persona que dijo lo de «el derecho a estar callado» le encantan.

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David Bartolomé 23/11/2006 - 14:58

Somos esclavos de nuestras propias relaciones, no nos engañemos. Todo el mundo espera que interactues con él/ella de la misma forma que hacen contigo, algo francamente dificil si tu barrio es muy amplio.

Que alguien critique a una persona porque cierre su blog me parece respetable pero no lo comparto. En este mundo debe existir la misma libertad tanto de expresarte como descansar una temporada de tanta comunicación.

Salu2.

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fernando mh 23/11/2006 - 18:33

Yo también espero que sea una crisis pasajera, y que no te dejemos de ver por el barrio. Pero estoy con David Bartolomé: el derecho al descanso de tanta comunicación es prioritario respecto al derecho a la propia comunicación. Tú mismo, compañero. A tu aire.

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Telémaco 23/11/2006 - 20:45

Comprendo y comparto el vértigo que expresas.

Pero yo cree el blog para expresarme, no para conversar. No reniego de las conversaciones, (que me parecen una de las mejores cosas de la blogosfera). Pero aquí mantenemos dos tipos de conversaciones, las «convencionales» (por ejemplo esta) sometidas a los limites que apuntas y las «otras conversaciones» que no están sujetas a los mismos parámetros.

Como tú mismo nos contaste de forma genial en uno de tus anteriores post, son conversaciones «distintas» que no está confinadas en los comentarios de los post.

Tú publicas algo, yo lo leo y tu mensaje deja huella en mi mente, después publico algo en mi blog que está inevitablemente influido por lo que tú y muchos otros escribieron.

Estas «otras conversaciones» también suceden en el mundo real, pero dada las limitaciones físicas con mucha menos frecuencia.

Si me entiendes me avisas, porque creo que ni yo mismo me entiendo.

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Carme 23/11/2006 - 21:52

Julen, tesoro, espero que la crisis pase pronto y por cualquier cosa que necesites ya sabes que aquí estamos los vecinos del barrio que te vamos a echar un cable.

Además, yo no me tomaría lo de Dunbar tan al pie de la letra ¿quién sabe si el día de mañana alguien dirá: «lo de Dunbar aplicaba hasta que se dio la noomorfosis digital»?

¡Venga, un abrazo y ánimos!

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Jaizki 23/11/2006 - 23:38

Y a mí que 147,8 me parece poco…

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Lula Towanda 24/11/2006 - 14:42

jajaja jaizky como se nota que eres de Bilbao 🙂

Nunca he leído el blog de Lucia, ni sus libros, así que su cierre me importa un bledo (¿se nota que me cae mal?)

Hay casos en que el blog se apodera de la persona y esto no es sano. Toda relación debe de proporcionar satisfacción, si no es así es mejor es mejor divorciarse.
El otro día me sorprendía agradablemente Javi Moya que tiene un nivel de conversación im-presionante en su blog y al que consideraba un obseso con esta respuesta:

«¿qué repercusión en tu vida social real ha tenido tu blog?»
pues poca…
yo soy muy «noviero»… es decir… me gusta hacerlo todo con mi chica…
y como ella trabaja por las tardes…. pues en lugar de vagear… blogueo.
Por eso los fines de semanas y en verano no blogueo… tengo que aprovechar para estar con ella… ¿no? 😀

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marialob 24/11/2006 - 15:03

Hola Julen, yo también soy de las que piensan que hay ciertos límites que no debemos pasar.No podemos dedicar nuestra energía a un blog, no podemos «engancharnos» tanto. La comunicación es necesaria, y la Red ayuda a conseguir esa necesidad que a veces nos cuesta mantener en nuestra vida diaria, además está esa curiosidad humana que nos hace interesarnos por lo nuevo y lo desconocido. Las personas que tenemos blog somos valientes porque nos gusta decir lo que pensamos ante una pluralidad de posibles lectores y lectoras, de distinta condición, cultura, costumbres… Yo creo en la bondad del ser humano, y seguiré creyendo hasta que me falte el aliento. Sé que mi blog es anónimo, pero tiene parte de mí e intento publicar lo que me preocupa, lo que me distrae, mi estado de ánimo, fotos con significado, … de todas maneras hay algunos garbanzos negros, espero que nunca nos topemos con ellos.
Saludos

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Iñaki Arenaza 24/11/2006 - 16:25

Julen, creo que necesitas una dosis de BBB en vena rápidamente.

Saludos. Iñaki.

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Julen 24/11/2006 - 21:37

Gracias a tod@s. Una de mis canciones favoritas de jovencito era Boys don’t cry de The Cure. Yo siempre he sido muy llorón (preguntadle a mi ama si queréis detalles); así que supongo que no tenéis que hacerme mucho caso.
De todas formas, sí tengo que reconocer que me hace falta bajar un poco el pistón. Y es que ahora mismo, por ejemplo, tengo la sensación de que esto escribo debería personalizarlo y contestar a cada persona que ha tenido el detalle de dirigirse hasta aquí.
Bueno, a ver si voy dejando neuras aparte. Este fin de semana estoy de escapada aquí en un pueblecito perdido de Soria. Sssshhhhh…

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Josu Garro 22/09/2008 - 08:14

Por favor Julen ahora que hasta participamos de tus sesiones en la lejanía, muy interesante lo de la googledependencia, tus pildoras cada vez se hacen más interesantes.
Espero que no dejemos de oirte y se arregle con un par de paseos en Bici y algunas birras.

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[…] máxima expresión de la voluntad social ha perdido valor al crecer las cooperativas. Cuando el número de Dunbar suponía un límite lógico, tenía sentido. Cuando las cooperativas han crecido en línea con la […]

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Consultoría artesana en red » Independizarse del empleador 27/11/2011 - 08:14

[…] viaja a través de nuestra red de contactos. En ella “contacto” puede representar un lazo fuerte o uno más débil. Los primeros deben moverse en el terreno de la confianza y son fundamentales para aguantar cuando […]

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Algunos motivos más para tener un blog |Blog de Alfonso Romay 02/05/2014 - 19:20

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