Miguel Gila y Robert Axelrod

by Julen


Tenía pendiente repasar uno de esos libros de cabecera para comprender por qué los humanos cooperamos… a veces. Se trata del libro «La evolución de la cooperación» (con entrada específica en la wikipedia) de Robert Axelrod. Este buen hombre es un referente en materia de cooperación y como mi tesis doctoral se infiltra en ese campo, lo he repasado por eso de ir «a los orígenes». Y he vuelto a releer completo el capítulo IV, que lleva por título El sistema «vivir y dejar vivir» durante la guerra de trincheras de la Primera Guerra Mundial. Y yo, que soy de lágrima fácil, ahí he estado, peleándome con el canículo inferior de mi punto lagrimal, que insistía en soltar amarras.

Decir, eso sí, que buena parte del argumentario proviene de otro libro que se escribió hace ya muchos años. Está en la lista de «pendientes», pero ya caerá. Se trata de un libro de Tony Ashworth: Trench Warfare 1914-18: The Live And Let Live System (Pan Grand Strategy). Además, el propio Axelord aporta muchas más referencias de autores que escribieron sobre lo que sucedía allá en las trincheras. Es un tema intersante.

La obra de Axelrod está claramente centrada en el análisis de las estrategias de cooperación entre humanos. Surgen de la teoría de juegos, sobre todo, desde la óptica del famoso dilema del prisionero. Pocos dilemas habrán generado tantas investigaciones y habrán generado tantas aplicaciones en diversos campos. Pero aquí, en esta ventana, sólo quería compartir dos reflexiones.

La primera tiene que ver, creo, con algo profundo de los humanos. No sé si Miguel Gila lo leyó cuando era joven, pero su conversación con el enemigo (¿Está el enemigo? Pues que se ponga) tiene soporte teórico evidente en lo que llamamos el dilema del prisionero iterativo. El capítulo de Axelrod y la conversación de Gila son brillantes ejemplos de cómo las personas podemos cooperar en circunstancias aparantemente nada propicias. La cooperación surge entre teóricos enemigos en un entorno tan deteriorado como una guerra de trincheras. Es una reflexión que cualquier ser humano medianamente decente debería interiorizar.

La segunda reflexión tiene que ver con la importancia de la información para cooperar. En las trincheras, si no hubieran sido dueños de una información directa y de primera mano, seguramente no habrían podido cooperar… con el enemigo. Sólo si tienes control sobre los resultados de tus actos y conoces sus consecuencias, puedes desarrollar una cooperación basada en la reciprocidad y que sea resistente a invasiones perversas.

Para terminar dejo dos citas del capítulo. La primera tiene que ver con el hecho de que nunca hay que subestimar la estupidez de los mandos:

En retrospectiva, lo que está claro es que el efecto indirecto de los raids fue destruir las condiciones necesarias para la estabilidad de la moderación táctica, tan ampliamente ejercida en el frente Occidental. Sin darse cuenta exacta de lo que estaba haciendo, el Alto Mando liquidó eficazmente el sistema de «vivir y dejar vivir», al impedir a sus batallones ejercer sus propias estrategias de cooperación basadas en la reciprocidad.

La segunda cita, que Axelrod recoge de William Ritchie Sorley, es para que le des una vuelta antes de ponerte beligerante, sea con tus enemigos o con tus amigos:

Hacer sufrir al contrario no es sino una forma retardada de buscarse el sufrimiento propio.

Que tengáis buen día.

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3 comentarios

Alorza 07/10/2006 - 10:12

El de Axelrod es uno de esos pocos libros que permanecerán como clásicos, pese a que sus conclusiones no son muy esperanzadoras: al final gana la ley del Talión. Para mí la moraleja es que no podemos dejar que la cooperación emerja sin más, sino que tenemos que construir redes de cooperación relativamente rfractarias a los francotiradores.

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Julen 07/10/2006 - 10:18

Sin embargo, un capítulo como el de la guerra de trincheras levanta el espíritu… a pesar de los estúpidos mandos. Aunque, en fin, todos sabemos del oximorón «inteligencia militar», ¿no?

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Josu 07/10/2006 - 11:14

¿Se habrá leido el trío de las Azores el libro y sobre todo esa última frase que apuntas?

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