Cooptación: endogamia para morir

by Julen


Literalmente, lo leo en el boletín que semanalmente compone y envía Enpresa Digitala (una buena publicación digital):

10/10/2006
La buena evolución de la economía ha generado en los últimos meses una cierta escasez de ciertos perfiles en el mercado laboral. Encontrar personal se vuelve, por tanto, más difícil. Y es ahí donde surge la ‘cooptación‘, un nuevo término que se emplea para la utilización de herramientas de la Web 2.0 en la selección de los recursos humanos.

Además de sofisticadas entrevistas y encuestas psicotécnicas para escoger a los mejores candidatos, cada día hay más empresas que recurren a las redes sociales de los posibles empleados. Utilizan para ello webs de cooptación, que permiten que los actuales trabajadores filtren a los candidatos a partir de su relación profesional con ellos.

Parten de la base de que una persona recomendada tiene un aval especial que permite ahorrar tiempo, dinero y disgustos en un proceso de selección. De hecho, la cooptación la utilizan desde hace años las grandes empresas, que prefieren contratar a alguien conocido por lo que llegan a a veces a pagar a sus empleados por atraer a este tipo de personas.

Estás en mi red, entonces puedes entrar. Viva la diversidad. Me parece un asunto de total relevancia:

  • ¿Eres negro? No eres como yo. No tienes recomendación, no puedes entrar.
  • ¿Eres mujer? No eres como yo. Mejor me voy a lo seguro y cogemos a un hombre (aunque quizá podríamos pagarte menos…).
  • ¿Eres de fuera? No eres como yo. Mejor contrato a alguien que nos entienda y esté cercano culturalmente.
  • ¿No tienes experiencia? No es lo que necesitamos. No tienes contactos laborales, no tienes red social laboral. Eres una mierda.


David Monreal ya nos explicará si en el mundo esto tiene futuro: se llama la cooptación. Incorporar personas por el simple hecho de que formen parte de una red es un arma de doble filo. Puede ocurrir que la «recomendación» (capacidad de enchufe) que arrastran las personas condujera a profundizar en las diferencias: unos hacia un lado, hacia el progreso, y otros hacia la exclusión. Pero es que, además, si la reproducción se da entre los del mismo entorno, si la endogamia es la norma, podemos caer en el síndrome de los Austrias, que hace ya tiempo comentó Enrique Dans. Hay que tener cuidado para no engendrar réplicas de Carlos II el Hechizado. Con Carlos II murió la rama hispana de los Austrias. Tanta consanguineidad los enterró. RIP.

Creo que es una buena línea de trabajo utilizar el sentido común y tener en cuenta la opinión de las personas con las que se va a trabajar para seleccionar a alguien. Pero la frontera entre el sentido común y el empobrecimiento colectivo es muy fina en estas cuestiones. Los expertos en el análisis de redes sociales es algo que tienen muy bien estudiado. Y la solución no es fácil. Ya escribí sobre la homofilia en su momento. Es un tema que me inquieta, me inquieta mucho.

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6 comentarios

Iñaki Arenaza 14/10/2006 - 08:44

Vistos los resultados que ha dado en la Universidad española esta «cooptación» (que en la versión pre-web 2.0 se llamaba sencillamente enchufe o endogamía, como bien dices), no me atrevo a augurar yo buenos resultados en la empresa…

Saludos. Iñaki.

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Jaizki 14/10/2006 - 13:47

Me parece que las redes sociales son mucho más heterogéneas de lo que sugieres. Al fin y al cabo, nos movemos en distintos ámbitos, conocemos a gente por ser: compañeros de colegio, compañeros de universidad, vecinos, familiares, amigos de amigos…

Además, hay personas que tienen redes sociales especialmente amplias y heterogéneas. Conectores, los llamaba Andrés en este artículo: El conocimiento ha muerto, viva las redes sociales.

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Julen 14/10/2006 - 21:33

JaizkiLa heterogeneidad de una red social tiene que ver con la existencia de lazos débiles, pero habitualmente esos no son los que se suelen tener en cuenta en la «cooptación». Si son débiles suelen generar poca confianza. Al final, el enchufe, como dice Iñaki, para que funcione tiene que estar basado en un lazo fuerte.

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Alorza 15/10/2006 - 10:10

Ciertamente, da miedo. Parece lógico pensar que la cooptación producirá, casi siempre, homogeneidad.

Ahora bien, a veces he pensado que la mejor forma de cubrir una vacante en un equipo es dejar que el equipo elija a quien quiera. No sé si esto llevaría a la cooptación o no.

Para acabar de ser contradictorio, diré que cuando me ha tocado cooptar he optado por los «lazos débiles», simplemente porque no he tenido a mano un «lazo fuerte» que reuniera requisitos… y han sido buenas elecciones, sin excepción.

Una vez más, la clave puede estar en los valores. Si un equipo comparte como valor la diversidad, puede que la integre como un requisito más a la hora de elegir a un candidato.

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David Monreal 16/10/2006 - 11:41

Más de una vez he sugerido que buscar a alguien con experiencia en el sector puede no ser la mejor opción.

A veces, alguien con conocimientos en el cargo pero sin los vicios del sector puede ser interesante para la organización.

D.

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Jaizki 18/10/2006 - 02:03

Julen, no tengo tan claro lo de los lazos fuertes y débiles de cara a la cooptación. Quizás tenga que ver con lo que suele comentar Guy Kawasaki: «A player hire A players; B players hire C players»

Pero entonces el problema no está en la «cooptación» en sí, si no en la gente que propone las contrataciones.

Por otro lado, creo que puedes tener lazos fuertes con gente muy heterogénea. Sobre todo familia y los amigos de juventud.

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