Pues va a ser que no a menos que me apuntes con una pistola. No pienso actualizar el software. No quiero perder productividad. Por eso el usuario avanzado tiembla como un niño cuando sabe que ese momento tan delicado está al caer: hay que actualizar el programa.
Tú ya te manejas. La amistad no ha sido cuestión de un día o dos. No, ha pasado ya cierto tiempo. Has llegado a comprender sus defectos. Le has insultado alguna que otra vez, pero, tanto tiempo compartiendo fatigas, le has cogido cierto cariño. Ya sabes que no es la octava maravilla del mundo. Pero el programa hace, más o menos, lo que debe. No vamos a pedirle peras al olmo.
Por eso tienes ahora las tripas revueltas. Duermes mal y llevas algunos días con pesadillas de monstruos que devoran a sus congéneres más antiguos. Te levantas a media noche con la garganta reseca y empapado en sudor. En la fábrica te han dicho que no puede demorarse más, que hay que actualizar el ERP. ¡¡¡¡Socorro!!!!, negocio redondo.
El primer pronto fue optimista. No será para tanto. Luego, poco a poco, te has ido enterando de qué va la fiesta. Es lo mismo que cambiar a una versión nueva de cualquier programa de pacotilla. Al principio vendieron que aquello era coser y cantar. Luego comenzaste a ver insultos escondidos dirigidos a los responsables de sistemas, después llegaron los exabruptos públicos, más tarde las pintadas en los lavabos. Finalmente fueron declarados personas non gratas y ya ni cristo les paga un café a esa cuadrilla de vagos y maleantes. Capullos.
Y es que actualizar el programa te sume en una profunda depresión de la que te va a costar salir. Por eso la resistencia. Es un cambio, pero es un cambio que va a afectar a tu estado de humor y a tu productividad a corto plazo. Por eso tú que eres tan activo y solidario estás redactando los estatutos de la PCLAA, la Plataforma de Ciudadanos Libres Anti-Actualizaciones. Todo para evitar lo que acabas de leer en Why they don’t upgrade (and what to do about it), en el blog Creating Passionate Users. Tú quieres evitar caer en pozo de las desgracias.
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8 comentarios
Apuesto algo a que al final actualizarás, o si el «cabreo» ha llegado a cotas demasiado altas, entonces incluso cambiarás a otro ERP.
Una vez metido en la rueda ya no hay forma de salir, solo queda el derecho al pataleo.
Dios, sólo con leer la palabra ERP me entran escalofríos, sudores y dolores abdominales… a nosotros aún no nos han terminado de instalar la versión 3.7 y ya nos dicen que tenemos que «migrar» a la 4.0 que si no, no hay forma de ampliar la aplicación…
Quizá no actualizar parezca algún modo de oposición al progreso, pero lo que es evidente es que en muchas ocasiones, a corto plazo, provoca pérdidas importantes de productividad.
Y, como comenta Pablo, con el tema de los ERP es para echarse a temblar.
No sé, será que hay que pasar por el trance, pero más de uno acaba con trauma para mucho tiempo.
Como siempre desde la mas supina ignorancia ¿que es ERP?
Recuerdo una vez que llegue a un departamento justo cuando acababan de cambiarse, como era nueva no me importo, pero en el ultimo que estuve pude ver eso que dices.
Un dia llega el informatico y nos dice, no metais ya nada en la base vieja hay que empezar con la nueva, yo que soy medio gilipollas le hice caso, como la nueva no tiraba pues a guardar todo en hojas de excel.
Los demas ni puto caso, meses y meses y ellos que no y que no. Fue maravilloso porque la exportacion de datos no funciono, pero lo malo es que no es que no hubiera datos, los habia pero estaban mal. Me tire mis buenas 2 semanas arreglando una tonteria que se podia haber hecho automaticamente, pero a mi nadie me hizo ni puto caso.
Por fin un dia me tiro al ruedo e intento hacer lo que lo tenia que hacer y claro, no funcionaba, el canal de comunicacion con los que habian hecho el programa estaba cerrado por mi queridisima y ocupadisima jefa que no lo abria.
Finalmente me fui de alli, en una semana destrozaron el trabajo que yo habia hecho, los que me reemplazaron.
Ahora estoy en un sitio nuevo y justamente me toca ser la que esta en comunicacion con los que hicieron ese programa, y no los insulto, pero me dan unas ganas.
Vitalidad, mira la entrada de la wikipedia para que comprendas lo que es un ERP. Se trata de macroaplicaciones sobre las que se llevan a cabo la mayoría de procesos operativos de una empresa (desde la compra de una materia prima hasta la entrega de productos/servicios al cliente, incluyendo todas las actividades intermedias de planificación…).
Te entiendo con lo que dices porque ya he visto demasiadas cosas absurdas, de esas que «hay que hacerlo así porque el sistema (ERP) dice que tiene que ser así». Que somos unos benditos, vamos. 😉
Sobre la mítica frase: «hay que hacerlo así porque el sistema (ERP) dice que tiene que ser así», creo que esta es la otra cara de la moneda de la personalización del ERP. Y me temo que en este caso, es o una situación (personalizar) o la otra (hacerlo como diga el ERP). Y no caben medias tintas.
Ya hablamos en su día de los problemas que acarrea la personalización de los ERP en ERP, negocio redondo. Y creo que tan erróneo es adecuar el ERP a la forma en que yo trabajo ahora mismo sin cuestionarme porqué lo hago así, como el adaptarme 100% a la forma en que traja el ERP sin hacer la misma reflexión.
En todo caso, y desde un punto de vista de pragmatismo total, la segunda opción es más rentable a largo plazo, ya que haces el esfuerzo una sóla vez (durante la primera implantación), ya que la personalización conlleva realizar el esfuerzo en todas y cada una de las actualizaciones del producto. No hablo de productividad, ni de mejora en los proceso de la empresa, ni de rentabilidad, ni de empleados más motivados, ni nada de eso (que se puede dar o no). Hablo de pragmatismo puro y duro, de hacer el esfuerzo una sóla vez y tener bronca con los informáticos (o los usuarios, depende de en que lado estés 😉 una sóla vez también.
Saludos. Iñaki.
Iñaki creo que has metido el dedo en la llaga.
Iñaki, a mí también cada vez me parece mucho más práctico incorporar un estándar… adaptable. No tanto en el fondo cuanto en la forma. Es decir, una empresa no puede pensar que es única en sus procesos. Lo que sí tiene que pensar es que el acceso al fondo de la información puede realizarse de forma personalizada. Desde luego que grandes personalizaciones acarrean costes. Somos únicos y si queremos repercutir en el ERP esa «unicidad» entonces asúmelo y paga por ello. Mejor tienes un buen equipo técnico de sistemas en tu plantilla, ¿no?
Telémaco, ahí anda Iñaki, cada día metiendo más el dedo en la llaga. Al final, va a resultar un tipo con cabeza, ja ja ja. (La confianza, que da asco)