Por dos sitios muy diferentes veo que las tecnologías todavía mantienen ese carácter amenazante que los muy tecnófilos son incapaces de ver.
Primer toque: he terminado de leer «Cortafuegos» de Henning Mankell. Es un buen tocho de más de 700 páginas de este escritor sueco (que, por cierto, dirige el teatro nacional de Mozambique). En una complicadilla historia el poli Kurt Wallander y su equipo tienen que desactivar un plan basado en el poder de las tecnologías para crear graves problemas en nuestro mundo cotidiano. La novela es del 98 pero ya entonces este sueco veía peligros en el poder de lo digital.
Segundo toque: recién aterrizado al mundanal ruido postvacacional, repasando algunas noticias, encuentro en Expansión una titulada ¡El jefe está dentro de tu ordenador! Claro que acudiendo al peor concepto de jefe que se te pueda ocurrir. Tu jefe, lo más odiado, está dentro de esa maquinita infernal que tienes frente a ti. Toma tu dosis diaria de confianza laboral:
Ya no volverá el jefe a mirar por encima del hombro de sus empleados mientras trabajan frente al ordenador con el objetivo de fiscalizar lo que están haciendo: ¿concentrados o perdiendo el tiempo en Internet?
Las empresas cuentan hoy con armas más efectivas para saber si sus trabajadores envían correos electrónicos personales en horario laboral o navegan por páginas que nada aportan al informe que tendrían que haber entregado ayer. Pero existen límites.
Por eso vuelvo a la carga. Cuando hablamos de tecnología, hablamos de humanos que usan tecnología. Antes de llegar a usarla -buena o mala según intenciones- hay que educar y pasar tiempo con el usuario para que comprenda de qué va esta historia. Ya veis por dónde, una novela o un artículo periodístico, el fondo es el mismo. Peligro: tecnología.
Algunas entradas anteriores con reflexiones en torno al asunto:
- Brechas digitales y brechas de confianza
- Personas, antes que tecnología
- Máquinas que sobreayudan o algoritmos demasiado listos
Technorati tags | information technology
1 comentario
El peligro no es la tecnología, el peligro es la incultura, la desconfianza y la ineptitud.