Cómo cambia el paisaje. Estamos hundidos en un valle de los Pirineos, el valle de Aspe. Por aquí pasa la vía de Arles, que viene desde la Costa Azul y pasa a Aragón por Somport. Hay algún que otro peregrino, pero no se ven demasiados. Creo que la autopista compostelana pasa por Ibañeta y entra en la península vía Roncesvalles, uno de los puntos de partida típicos del peregrino moderno.

Estamos en Urdos, a escasos seis kilómetros del túnel de Somport, aunque a catorce del Col du Somport en su versión tradicional. El peregrino sube hasta el paso de la cumbre a 1.640 metros. Pero eso será mañana y ya lo contaremos.

Hoy hemos estirado el día desde las seis de la mañana para acercarnos hasta aquí cuanto fuera posible. Al final han sido 112 km y he preferido dejarlo porque, aunque iba bien de piernas, otra vez pasábamos de los 40 grados. Y subir así no tiene mucho sentido. Cada kilómetro que subes el agua del botellín se hace caldillo. No; así mejor parar.

El Hotel des Voyageurs, nombre original donde los haya, está frente a la escuela/ayuntamiento, en la misma carretera general. Ahora, a las siete y media de la tarde está muy tranquilo todo. Sentado en la terraza, a la sombra, el calor aprieta menos y el entretenimiento es ver pasar los coches y algún que otro camión. Se ha levantado brisa y ayuda a refrescar.

Desde Arzacq-Arraziguet hasta Oloron han sido 65 kilómetros bastante rápidos, con constantes colinas de 200-300 metros de altitud. Sube y baja, sube y baja. No sé cuánto maíz habrán plantado en el centro y sur de Francia, pero van a ser unas cuantas hectáreas, creo yo. Desde cada loma puedes ver esos inmensos valles repletos de maíz, con sus aspersores de agua riega que te riega.

En Oloron hemos dado una vuelta por el pueblo-ciudad. Es de esos lugares con aire pueblerino total, pero con el tamaño suficiente para acoger unos chopincenters bestiales, esos tan típicos de la cultura de este país. No me extraña que luego el colega Bové se les rebele. Dan un poco de grima, con tanto Mardonals, bricomegatiendas y supermarchés para llenar el carro y en coche pacasa.

Bueno, también diremos que la chica de la oficina de turismo de Oloron ha estado encantadora. Pudiera ser que por allí no pasara demasiada gente y eso haya aflorado su amabilidad. Ella es quien me ha contado las malas previsiones del tiempo para mañana. Pero ese será otro día. Voy a cenar.

Distancia de la etapa: 112 km

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2 comentarios

Desde Urdos 08/08/2006 - 10:35

La «autopista» compostelana fue siempre la de Somport. La existencia de Santa Cristina así lo corrobora. Roncesvalles adquiere posterior fama e importancia que sabe preservar hasta nuestros días. La desaparición física de Santa Cristina es clave para entender el olvido de esta ruta del Somport.

Nos quedamos en Urdos. Alimentando al Camino. Saludos.

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Julen 08/08/2006 - 15:00

Gracias por la aclaración. Se ve que ha sido cuestión de marketing lo de Roncesvalles 😉
Un saludo.

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