La minoría silenciosa… y valiosa

by Julen


Como continuación del post anterior sobre multitudes silenciosas, creo que hay otro espacio interesante que, lamentablemente, está deshabitado. Es el de las minorías silenciosas, que tendrían mucho que decir, si fuéramos capaces de incorporarles al technological world en que vivimos quienes andamos por aquí. Sí, hay una cierta minoría con grandes ideas que nunca aparecen por aquí. Son aquellas personas que, por diversos motivos, no enganchan con este particular punto de vista, el de las tecnologías de información y comunicación.

Todos hemos usado un boli y un papel. Lo seguimos usando para escribir. No todos usamos un blog, un wiki u otro recurso tecnológico para escribir. Es más, somos los menos. Lo sabéis, ¿no? ¿Cuántas personas de mi entorno tienen reflexiones mucho interesantes que las que yo soy capaz de escribir aquí? Muchas, demasiadas para mi gusto. ¿Por qué no somos capaces de atraerlas a este planeta? Gente convencida de que compartir es aprender, gente con reflexiones absolutamente sugerentes sobre la gestión de las empresas, gente que provocaría riadas de comentarios por lo evocador de sus mensajes. Y no están; son una minoría con la que me encantaría encontrarme en estos lugares del ciberespacio.

Y no hablo de personas frentistas con la tecnología. No la ven como «ese conjunto de elementos confabulados para hacerme la vida imposible». No, no es el caso. Es más una cuestión de que no alcanzan a incorporar este medio como una forma natural de compartir su saber. Es fácil decir eso de que «allá ellos», «es su problema». No, aquí creo que nos equivocamos si no seguimos tratando de acercar con toda nuestra mano izquierda a esta gente.

Mañana he quedado para comer con una de estas personas. Me encantaría ver escritas por algún blog sus planteamientos sobre consultoría y, en concreto, sobre estrategia. A veces he estado tentado de proponerle grabar nuestras conversaciones para hacer podcasting en este literoblog que escribo (donde aún no reproduzco ni en audio ni en video, pero todo llegará). Esta es una idea que me atrae sobremanera. Conseguir que aparezca en estos «artefactos» esa inmensa minoría con la que aprender. Y este intento debe ser constante, sin caer en el desánimo. No es «su culpa»; es nuestra responsabilidad seguir acercándoles a nuestro mundo transparente.

Las minorías silenciosas -en el entorno web 2.0- son un lujo que no podemos permitirnos. No conseguiremos extender y democratizar el conocimiento y el acceso al mismo si no atraemos a esta minoría. Tienen que ver puentes fáciles de recorrer, invitaciones tan sugerentes que sea imposible rechazarlas. Ese es nuestro trabajo: tratar de que entren en nuestros bloghogares. Sentir que aquí las conversaciones -asimétricas, tengo que volver a decirlo- son amables, sentidas, pensadas, al calor de un buen hogar. Todavía tenemos que recorrer mucho para que sea tan fácil como el boli y el papel.

Por eso, además de comprender a las mayorías silenciosas, reniego de quedarme quieto ante las minorías silenciosas… sabiendo que pueden contribuir y que… incluso querrían hacerlo. Aunque quizá esas personas ni siquiera aún lo saben. Este puede ser su lugar de tertulia.

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1 comentario

Ombliguismo 05/05/2014 - 16:16

[…] Algunos de mis mejores amigos han empezado a leer este blog. Una minoría silenciosa… y valiosa. […]

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