Hoy, tras varios días de más carretera que camino, me he decidido a hacer la mayor parte del trayecto por el camino camino, siguiendo con un rigor envidiable las marcas rojas y blancas del GR. Desde Castet-Arrouy hasta Lectoure el camino atravesaba unos preciosos senderitos que te dejaban entre maizales unas veces y girasoles otras. Coger el camino supone menos kilómetros de media y endurecerlo. Pero ya que nos hemos animado en esta segunda ocasión, no vamos a desperdiciarlo. A decir verdad se hace mucho más entretenido.

El camino te descubre otras facetas. Aunque son contados los peregrinos que encuentro, el contacto humano es mucho mayor. De vez en cuando te paras para charlar con alguna otra persona que está tirada en una esquina tratando de llevar como mejor puede el calor. Incluso me ha salido un buen hombre de una granja para charlar al verme hacer una foto. He conocido a un grupo de Niza, a una pareja de Holanda, a otro que venía también de Suiza… ¡andando! Además, el camino tiene otras sorpresas: me he ortigado a lo bestia, como creo que no lo hacía desde canajo. Qué escozor, qué picor, qué manera de aguantarse durante unos cuantos kilómetros para no caer en la tentación de rascarse. Bueno, son las cosas del camino.

En el gîte de ayer estupendamente. La masificación de los albergues no ha llegado hasta aquí. Al menos no ayer. Disfrutas de conversación, compartes desayuno, todo un lujo.

Lo que si sucede con el camino es que, donde apenas hay desnivel porque todo son suaves colinas, aparecen escondidos Tourmalets a escala cada diez minutos. Las cuestas obligan a usar con asiduidad las coronas más grandes y el plato pequeño. Y encima disfruto.

El último tramo de 15 kilómetros lo he hecho por carretera porque el calor —no voy a aburriros más con esta historia— sigue IN PRESIONANTE, en dos palabras. Y otro miniTourmalet a 40 grados, no.

Aquí en Eauze me ha costado bastante sudor (jajaja) conseguir un sitio con acceso a Internet. Al final me han dejado un hueco en una tienda de reparación de ordenadores, con más mierda a la vista de la que ya suele ser la habitual en este tipo de antros. O sea, que igual que en el párrafo anterior, IN PRESIONANTE. Estoy por pillarme un ratón, una tarjeta o algunos cables de conexión. Nunca se darían cuenta de que se los he birlado.

Bueno, además tengo un dolor de espalda considerable porque llevo aquí más de una hora aporreando este teclado infame y sentado en un taburete medio de pie. Todo ello, me dice que con un bizcocho hasta mañana a las ocho. Disfrutad.

Distancia de la etapa: 82 km

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