Llega a mi bandeja de correo electrónico un correo que me informa del curso: Poder de Dirección y Disciplinario del empresario y los derechos fundamentales de los trabajadores en la empresa. Alcance y límites. (pedefe disponible) Esto es un curso y lo demás tonterías. Poder de Dirección y Disciplinario, con buenas mayúsculas, no vaya a ser que quedara alguna duda. Y por supuesto nada de empresario/a, aquí lo que hacen faltan son un par de coj… arrrrr! Se me cuadren, coño. Perdón, perdón, quería decir: ¿serían tan amables de autoorganizarse en filas? (idiota)
Mirando a un desarrollo panestratégico de las esencias de poder de la institución empresa y apoyada por su carácter divino, el seminario en cuestión abordará
aspectos como la movilidad funcional y geográfica y el control de Internet y las nuevas tecnologías y, por otro, la facultad disciplinaria del empresario, que abarca desde el despido hasta otras sanciones más leves
Ahhhhh. Me tiene intrigado. Qué joya de curso sobre el papel, qué manera de captar mi atención. ¿Hablarán de técnicas Guantánamo y otros matices bélicos? Que no, que no. Luego el siguiente párrafo ya lo aclara:
Como contrapunto, se analizarán también los derechos fundamentales de los trabajadores en todos los temas mencionados. El Seminario tendrá un enfoque práctico y se complementará con un coloquio final entre todos los participantes.
Hay que analizar al enemigo para tener éxito, ¿no? ¿Harán prácticas de despido en la sala? ¿Si acudes con un contrato por obra algún empresario podrá practicar contigo y mandarte a la p… calle? O quizá se organice un debate y tras el mismo puedes incendiar una barricada frente a la presidencia del seminario para defenderte de la agresión, si se produce.
Hacía tiempo que no veía un curso tan interesante. Lo que me pasa es que soy un mal pensado y que me paso ocho pueblos. Porque en realidad se va a hablar de derechos y obligaciones de empresario y trabajador, se va a hablar de los derechos fundamentales de los trabajadores en la empresa (dignidad e intimidad personal, corporal y psíquica) y se va a hablar, en definitiva, de la ley y el orden dentro de las empresas. Es que ya no hay respeto y las cosas se han degradado. Una alternativa sería contratar a Terminator para aplicar la ley, pero el susodicho ya hizo méritos y ascendió a gobernador de los hippies californianos. Lo siguiente es analizar las posibilidades que nos da un enfoque Luis XIV en la organización actual. Yo lo propongo para otro seminario; ya puestos… siempre puedes hacerte unas risas…mientras hacen prácticas de despido contigo.
La imagen de arriba en: http://kutxa.homeunix.org/bloga/wp-content/irudiak/dictator.jpg
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4 comentarios
Interesante seminario estructurado en tres bloques:
1. Todo lo que te ofrece la ley a los empresarios para manejar al recurso humano de forma «eficiente» (miedo me da la palabra eficiencia, que sirve para justificar lo no tiene justificación)
2. Cosas adicionales que no te ofrece la ley pero con un poco de imaginación y un buen abogado se le puede sacar mucho partido al articulo 54 y siguientes.
3. Derechos de los recursos humanos, para que no se te vaya la mano aplicando las enseñanzas de los dos primeros bloques.
Estadísticas: La parte de policía malo de los dos primeros bloques corren a cargo de féminas. El policía bueno es varón.
Yo una vez en una empresa del metal que trabajé, ví en el despacho del «Jefe de Personal» un libro bien a la vista que se titulaba. Dígalo con sanciones.
Hablando de disciplina y recordando un poco épocas pasadas ¿?, en una oficina dependiente del gobierno provincial (Santiago del Estero, Argentina), había un asesor técnico legal que lucía con orgullo un cartel en su escritorio que decía: «errar es humano, perdonar no se acostumbra en esta oficina».
Este seminario demuestra que hay gente para todos los gustos, y que algunos de estos gustos son muy exclusivos. Vamos, que solo los entienden las personas que los comparten. Es como los caracoles, te gustan o te dan asco, no hay términos medios.