Un guión

En la recepción del Parador de Ávila. Viernes, 3 de marzo de 2006, 21:15 horas.

– ¿Me deja un documento de identidad, por favor?
– Claro, cómo no.
– Gracias.
Transcurren un par de minutos en que el señor recepcionista se pelea con el teclado de un PC, tras el mostrador.
– Es que ha metido usted un guión.
– ¿Cómo?
– Sí, que ha metido usted un guión. Hizo la reserva por Internet, ¿no?
– Sí, por Internet. ¿Por qué?
– Es que ha introducido un guión y, claro, ha bloqueado la reserva y tengo que volver a hacerla (!!**#??|$&%%:*??!!).
– Ya, pero mi apellido es con un guión, ¿ve?
– Sí, pero usted ha tecleado un guión.

Y como quiera que podríamos entrar en una espiral bélica, mejor lo dejamos ahí, que bastante hizo este hombre con adaptar su natural y agraciada caligrafía a ese horrendo y perverso invento de la modernidad, denominado teclado, que deja meter guiones, así, sin ton ni son.

Curiosa conversación de besugo acerca de cómo eres capaz de bloquear una reserva en un parador si introduces un guión en el campo de apellido (al menos en el de Ávila, un viernes de marzo de 2006).

Nota.- Las fotos son de este sábado y del domingo. Como puede apreciarse, con un curioso cambio.

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