Paciencia y respeto… hasta con Chuck Norris

Tenía este post sobre la paciencia con quienes son diferentes enfriando en la nevera y como Mario ha recibido un suculento comentario, he decidido desempolvarlo. Aunque se desvía un poco del fondo del asunto -que tendría que ver con la forma en que abordar ese tipo de comentarios- me parece que viene al caso. Vamos con ello.

Creo que es lo más difícil de aceptar. Sabes que en tu equipo va a haber gente que no aportará lo que tú crees que debieran. Tienes la tentación cada segundo que pasa de saltarles a la yugular, con ese fondo de armario de Chuck Norris que te queda. No. Aguanta, respira, es lógico. Te doy algunos argumentos para que tengas paciencia y respetes:

• es probable que nosotros hayamos creado al monstruo
• tus capacidades son unas y la de las personas de tu equipo otras
• lo que para ti es evidente para otros es opinable
• tu concepto de rendimiento es relativo
• si miras rendimiento, deberías mirar también esfuerzo
• la sociedad penaliza el trabajo en buena parte como castigo divino
• no ganas nada con saltar a la yugular

Por eso, cuando ves que otras personas dentro de tu equipo no llegan a donde quisieras, lo fácil es pensar que sea porque no quieren. Pero incluso si así fuera, debes revisar un poco de la historia para comprender la situación. Son personas inadecuadas en un puesto inapropiado, pero de ahí no puedes deducir que son malas personas. Será una responsabilidad de todo tu equipo ayudar a que las personas aporten lo que llevan dentro, pero no olvides que quizá entre todos hayamos anulado demasiadas veces lo que llevaban dentro. Y esto puede ser porque nunca su trabajo no se lo requirió o porque simplemente nadie se lo valoró.

Ante rendimientos deficientes (según tu vara de medir), no te queda otra que buscar la forma en que cambiar las condiciones. A nadie se le ocurriría que insultando a sus tomates éstos fueran a madurar mejor. Tendrás que ponerte a ver cómo fue la selección de tus plantas, en qué condiciones de terreno las colocaste y cómo lo regaste mientras crecía. Si al final el tomate no sale bueno lo fácil es decir que las plantas originales eran una porquería. Pero si tu vecino tiene mejores tomates y los comprasteis juntos un día en la plaza del mercado, empieza a pensar que estás equivocado.

Hasta aquí llegaba mi post en la nevera. Pero vamos a continuar con el asunto centrándolo en el comentario que ha sufrido Nodos en la red. Primera alternativa, ni le dediques un segundo. Segunda alternativa… pues no está del todo mal. Es una crítica en la que me siento reflejado; no creo que Mario sea el único que debiera recibir honores. Supongo que está dirigida a todos los que conversamos por aquí. ¿Somos superficiales?, ¿hablamos de lo que no sabemos?, ¿desvariamos en forma megalómana? Bueno, primero de todo, que lo digan los clientes, que para algo están, ¿no? De todas formas, a las preguntas anteriores, supongo que… todo es opinable. Anclado en un relativismo un tanto asqueroso y teniendo en la mesilla de noche «La edad de la paradoja» de Charles Handy, os aseguro que se puede llegar lejos.

En fin, a Mario se lo decía: «de todo tiene que haber en la viña del Señor», que diría mi madre. Mientras esto siga, sonreid, que es gratis.

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