Mi amigo Martín

by Julen


Mi amigo Martín tiene dos carreras. Hizo Geografía e Historia y luego Derecho. Antes de terminar la primera, ya comenzó a trabajar en la Administración de Justicia. Unas oposiciones sencillas y un trabajo antes de los 25. Enseguida dispuso del dinero suficiente para llevar una vida desahogada. Como el trabajo no le presionaba en exceso y en la Administración de Justicia, para progresar, Derecho era la opción más directa, pues estudió esta carrera y la sacó sin mayores problemas.

En la Administración de Justicia hay muchos rangos. Casi todos requieren capacidades contrastadas, amplios conocimientos, unas aptitudes sobresalientes porque la ley intercede entre humanos y eso es importante. Hay negociaciones, hay que comprender los conflictos, desarrollar la escucha activa, ejercer la empatía. En fin, todo este tipo de cosas tan complejas de evaluar. Por eso la Administración de Justicia utiliza el concurso-oposición. Méritos documentados + memoria de elefante = funcionario ejemplar del cuerpo. Es pura lógica, ¿no?

Mi amigo Martín es administrativo. Y tiene ahora 45 años. Hace ya 15 que terminó Derecho y 22 desde que se licenció en Geografía e Historia. Mi amigo Martín sigue trabajando de administrativo. Alguna vez me ha dicho en qué nivel, pero nunca me acuerdo. Creo que es el 4.534 de los aproximadamente 8.500 que hay. A partir de un cierto nivel creo que te acercas a Dios y ya puedes pasar de fichar. Aunque luego vía opción B también te lo pueden hacer los compañeros, en forma rotativa, eso sí (o sea, que a veces te toca a ti también).

Mi amigo Martín es neutro respecto a su trabajo: ni sí ni no. Se escaquea como los demás, rinde sin problemas porque tiene capacidad sobrada y observa la fauna de juezas y jueces que pasan por Instrucción. Ha visto personas imbéciles, comprometidas, trabajadoras, idiotas, arrogantes, sin carácter, enfermas, racistas, apasionadas. Todas ellas tenían en común que habían estudiado y aprobado una oposición a judicatura. Dicho esto es evidente que han sabido demostrar amplias cualidades de inteligencia emocional.

Pero mi amigo Martín es un héroe para sus amigos. Porque nunca sabes si está de vacaciones o trabajando. Ha hecho de la ingeniería de calendario su expertise (esta expresión me la enchufa sin piedad con sonrisa de medio lado porque me la leyó un día en unas diapositivas). Es capaz de unir guardias con asuntos propios más horas de ausencia presente y ayuda de su networking para disfrutar más días de vacaciones que los que tú vas a conocer en tus próximos tres años. Además, usa el permiso sin sueldo, asunto éste que hiere a mucha gente del montón y levanta pasiones de admiración en la clase trabajadora del juzgado.

Mi amigo Martín vive en un mundo laboral neutro. Es lo que necesita para ingresar dinero, para mantener su nivel de vida y de contacto social. Se queja del dinero que gana y observa a su alrededor comparaciones odiosas. Hace fotocopias para sus amigos y de vez en cuando le piden algún favor para ver si intercede por algún sobrino de la prima del chico de la panadería y cosas así. Pero nada del otro mundo.

Mi amigo Martín usa Internet para buscar información acerca de sus viajes. Apenas usa el correo electrónico (tiene un rollo raro en su trabajo porque la cuenta la tiene capada) ni entra en rollos raros. Dice que se puede vivir perfectamente sin él. Ni que decir tiene que no le interesa lo más mínimo la web 2.0. Un día se lo quise explicar, pero siguió leyendo el periódico. Suele comprar un par de ellos. Siempre le ha gustado leer un montón. Y a mí me da envidia y me hace sentir un poco borrego. Su biblioteca es como tres veces la mía.

De mi amigo Martín no hay quien se haya podido quejar como trabajador.

Nota.- La imagen corresponde a un carboncillo sobre papel titulado «Rostro (detalle)» de Ramón Sánchez Tello.

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2 comentarios

Jose del Moral 17/03/2006 - 23:25

Qué bueno! Creo que también conozco a unos cuantos que se llaman Martín. No los envidies, Julen. Con muchos como él, pronto este país se parecerá a la Argentina del corralito. Si es que todos no podemos ser tan listos al mismo tiempo…

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www.fijate.cl 18/03/2006 - 03:07

Cuando dictaba una clase para digitalización de procesos, un individuo me comentó: «Sabes, quería agradecerte tu instancia temporal, aquí y ahora. El hecho de haber perdido tanto tiempo, y no saber que podía recrear mis acciones del trabajo en el computador me ha calado profundamente.
Mis hijas y sus amigas, ya utilizan el computador para comentarlo todo y enviar sus ánimos hacia un espacio que no sé cual es (fotolog); sin embargo, desde que estoy recibiendo tu información he logrado comprender que, para ésta era, yo no debo quedar ausente»

La transformación de un 1.0 a 1.5.

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