Idea radical: un ararteko en la empresa

by Julen

Otra de las ideas radicales para lanzar a los cuatro vientos en este turbulento mundo de la gestión en las empresas. Ya sé que no debería existir, ya sé que las personas son lo más importante, ya sé que los directivos están preocupados por la calidad de vida de su gente, ya sé todo eso. Pero ante ciertos deslices demasiado repetidos, propongo la existencia de pleno derecho de un ararteko. Esta es la forma en que le llamamos aquí. En castellano, el defensor del pueblo. Y sólo me refiero a la figura, no a la persona.

Sé de la existencia de esta figura en alguna empresa multinacional de cierto prestigio. Así que quizá no sea una idea tan radical. Sé que lo llaman de una forma diferente (defensor del empleado) y que sus directivos lo cuentan con orgullo. Lo que no sé es si proviene de conciencias turbias o de ilustres estrategias para generar buen rollo entre la gente. No sé si es cosmética de producto o está cargado de valor. Casi que me da igual; creo que, vistas las circunstancias, hace falta alguien que defienda a quienes han alquilado su tiempo a una organización. Creo que proliferan en exceso las empresas-tapón y me parece que hay que generar nuevas leyes de convivencia. Mientras eso llega hace falta un ararteko. Y no creo que hagan falta grandes multinacionales para generar esta figura.

¿Cuáles son sus responsabilidades? Anteponer el derecho humano a cualquier desvarío del management más osado. El ararteko debe leer una y otra vez los principios básicos que asisten al humano por el hecho de serlo. A partir de ahí, debe tratar de identificar los comportamientos tóxicos de ciertas personas que han hecho de la empresa su coto privado de caza. Y no sólo mobbing, síndrome del burnout (quemado) o comportamientos sexistas, sino también algo que puede provocar infelicidad, según el loco Punset: que las personas no usen sus habilidades y capacidades en el trabajo. Es decir, este ararteko empresarial se enfrenta a dos retos básicos: combatir la progresiva idiotización intelectual a la que se han visto arrojadas ciertas personas de la base por un progreso mal entendido (que caen en la cuenta cuando su empresa se deslocaliza) y combatir la progresiva idoitización emocional de ciertas cúpulas directivas producto de su endogamia (que caen en la cuenta cuando a alguien se le ocurre que hay que hacer coaching).

El ararteko es un poder independiente de los demás. No está en la dirección, no pertenece a un sindicato, no rinde cuentas a nadie. Sencillamente es elegid@. Y está ahí mientras cumple su función. Se le puede reemplazar cuando se cree conveniente. Como tiene una condición particular de trabajo, hay que buscar algún tipo de relación contractual especial. Aquí me pierdo un poco. Pero tengo claro que es un cargo para estar un tiempo en él y salir hacia otro lugar, por higiene mental.

¿Cómo deber ser la persona que ejerza de ararteko? Quien ocupe el cargo necesita una sólida formación humanista y una sólida convicción de servicio a los demás. Es humano en la mejor de sus acepciones. Por supuesto, persona experta en negociación y resolución de conflictos. Ésta es su característica principal. Sabe conversar. Conduce por itinerarios diversos buscando cruces de caminos argumentados por la lógica y la emoción. Cede porque es la forma en que las dos partes ganen.

Este ararteko de empresa tiene que positivizar como argumento último. Por sus manos pasará mucha mierda, mucha miseria encerrada en alucinantes círculos viciosos que ni el mismísimo Peter Senge se hubiera atrevido a predecir. Pero están ahí. Las monstruosidades anidan, sobre todo, en el interior de las grandes empresas. Detrás de los grandes objetivos, de los cuadros con marcos dorados donde duermen misión, visión y valores, ahí están los monstruos. Comportamientos difícilmente soportables en una sociedad del siglo XXI. Pero ahí están. El ararteko se enterará si nuestro mundo competitivo conduce a nuestra empresa a usar los ínfimos salarios de la mano de obra en China y alrededores, o si usamos niños y niñas para poder comprar barato en el todo a cien; eso también lo mirará.

El ararteko tiene que tener tragaderas. No puede volver a su hogar con toda la miseria acumulada por años y años de romper PDCAs. El ararteko debería detectar a todas aquellas personas que pueden trabajar sin usar sus cerebros y/o sus corazones. Debe hablar con ellas para positivizar en lo que pueda, para pedir perdón y rearmar la relación rota. El ararteko ya hizo coaching antes y aprobó con nota.

Si me aprietan mucho, diría que me he confundido, que he descrito el perfil de quien quiera ser gerente de una empresa 2.0. Ya sé que la eficiencia, la productividad y no sé cuantas santas variables empresariales juegan en contra del ararteko. Pero si crees en la calidad (y cantidad, como derivada) de las relaciones como base de tu éxito, vete pensando quién puede ser vuestro ararteko.

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5 comentarios

Jose del Moral 07/03/2006 - 23:52

Me ha encantado la idea y el post. Además, me he sentido identificado porque yo estuve en una empresa que ya tenía esa figura: un directivo que hacía las veces de defensor de los trabajadores. Y la cosa funcionaba de maravilla. Las quejas se tramitaban y no hacía falta la presencia de sindicatos. Por cierto, de esto creo que puedes hablar en Blogak 2.0.

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Alorza 08/03/2006 - 08:56

No me parece mal, pero esto del ararteko se aparta del espíritu de tus otras ideas radicales.

Las anteriores ideas remiten a un modelo de empresa utópico, donde los jefes desaparecen o cobran menos, no se necesita departamento de RRHH, el horario no existe… En cambio, esta idea es de aplicación a nuestro presente distópico: el de trabajadores que necesitan protección frente a sus empleadores.

En fin, que estaría de acuerdo con el post si le quitaras del título lo de «idea radical».

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Julen 08/03/2006 - 09:48

AlbertoYa decía en el post que quizá sea un paño menor hasta llegar a otro escenario. De todas formas, he decidido subir este post por lo del final: ¿sería este ararteko el sustituto de un gerente que no necesitamos según otra idea radical que ya comentamos antes?
Jose, en blogak 2.0 mi idea era presentar más algo que tenga que ver con empresa y software social, como por ejemplo, lo que he subido en este post.

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Virginia 08/03/2006 - 10:50

Es mejor poner los pies en la tierra de vez en cuando, porque si vamos hacia la utopía solo no arreglamos lo que tenemos ahora. Me parece una buena idea aunque no sé si le importa a alguien el currito.

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Nice 08/03/2006 - 11:14

Se me ocurre que quizás tu ararteko no sólo tenga el perfil del gerente de la empresa 2.0, sino se trata de encontrar el ararteko que hay en cada uno de las personas de esa empresa 2.0. Pasar del «ararteko» como individuo al «multiarteko» como modelo relacional.

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