Sensaciones en la lluvia

by Julen


Llovía y la autopista estaba peligrosa. Me he enchufado
sobredosis de Bjork y he venido despacio. Casi siempre lo hago, porque cuanto más despacio disfruto más del tiempo, que da la casualidad que, por suerte, es más. Hoy ha sido día universitario. Por la mañana en la Facultad de Empresariales y por la tarde en la presentación de unos proyectos fin de máster de automoción que organicé con Lea-Artibai Ikastetxea y la participación del cluster de empresas de automoción del País Vasco ACICAE.

Ha sido un día melancólico, que ha ido subiendo de tono. El día gris, frío, triste. No sé, se ha vuelto todo algo espeso. He estado comiendo en casa de mi madre, repasando allí alguna que otra locura que comete el ayuntamiento del pueblo. A veces no sé si creerla, aunque luego resulta que la realidad supera las palabras de largo.

En la presentación de los proyectos de la tarde no he visto mucho entusiasmo. En general quienes han asistido al máster no han adquirido buenas experiencias con sus proyectos. Las empresas, en la mayoría de los casos, pasan de forma alarmante de sus becari@s. Siembra vientos y recogerás tempestades. En los proyectos nos han explicado sistemas de calidad que requieren rellenar documentación falsa día sí y día también, diseños cogidos con pinzas, ensayos que se falsean, cadencias de máquina que se rebajan cuando llega el cliente. Todo un mundo perfecto. Queremos que aprendan sentido común y el mundo enseña peloteo y engaño. Esto me recuerda el orgullo que sentía cierta persona en cierta fábrica cada vez que engañaba al auditor. Era feliz, se la había colado. Daba igual que echaran mierda en cantidades industriales al aire; el auditor, juez supremo, había caído, engañado o a veces con peores y más de bajo fondo artimañas.

Bueno, ya sé que Google sigue igual: primero fue con Analytics y ahora con Pages. Les supera la demanda y cierran sus betas. Pues vale, peor para ellos. También sé que las empresas son de países y no del mundo (OPAs fuera) y también cuento que que iba a subir un post contando una reunión que tuve ayer pero mi contertulio Txetxu Barandiarán ya la ha colocado en el hemisferio blog. Me duele la cabeza; me voy a la cama.

Ah, al llegar a casa me he enterado de que soy presidente de mi comunidad. Revisaré la consabida obra del vecino Alex de la Iglesia, por ver quiénes son los asesinos, nada más.

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1 comentario

Galufante 24/02/2006 - 11:27

Animo y al toro, no te dejes empitonar por el morlaco…

Ya sabes que las comunidades son estados en miniatura…gobierno…oposición…
abstención mayoritaria en elecciones…
decretos-leyes…corte suprema…
Huy, lo que te vas a divertir…

Agur.

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