Su pie de blog (¿se dice así?) da mucho que pensar y más ahora que muestra su reticencia al colega pouerpoin. Me voy a poner un poco trascendente. Pido perdón. Me subo un par de peldaños más arriba de PwP para otear el horizonte un poco más allá de Word.
El principio es igual: la página en blanco. Pero no. Ahora hay plantillas. No empieces de 0. Alguien piensa por ti y te da una oportunidad: sin que tengas nada que decir te doy algo para mostrar. Bonita estúpida reflexión. Word te propone blanco, PwP te propone blanco, pero amenaza con herramientas de concentración mediática. Y ahí comienza el problema, ¿o no? Entonces miro el pie de página del blog de Telémaco. ¿Tanto me querrán oir? A lo mejor PwP es la herramienta del que tiene forma y le falta fondo. Reniego.
Si PwP = Word con letra más grande, entonces ohhh, gran decepción. Pero el fraude no está en PwP (Dios me libre de ayudar a las ONG que financia Bill Gates) sino en el humano que se deja llevar por el vacío de fondo y la forma en degradado progresivo, trama incluída, que ofrece PwP.
Así que cambiamos de proveedor. Me voy a Open Office. Cojo el camino del software social y alcanzo otra herramienta. Estamos en las mismas. Lo que quiero es que la aplicación de presentaciones me lleve a sugerir contenidos, a dejar que la persona de enfrente rellene las diapositivas, a utilizar los dos hemisferios. Por eso me quedo en el fondo; las formas llegarán pero Antístenes ya nos contó que quizá vosotros no me queráis escuchar. Es vuestro derecho y yo sólo intento tender el puente que os haga dudar. Prefiero mi diapositiva de los dos hemisferios. La encontré un día perdida y todavía no he encontrado a su dueño. Si pasa por aquí, le agradecería que me avise. Le debo mucho y querría agradecérselo.
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2 comentarios
Como algunos comentarios sugieren en el blog de Telémaco, creo que el problema no está en PowerPoint (u OpenOffice.org o similares). El problema está en el uso que nos empeñamos en dar a la herramienta.
Creo que PowerPoint es una gran herramienta para presentar de forma muy sintetizada las ideas que queremos transmitir. Y me gustaría hacer énfasis en el termino «sintetizada». Lo cual nos lleva a que PowerPoint, como bien menciona alguien en el blog de Telémaco, sólo debería ser un apoyo para el orador. Pero sólo eso, un apoyo. Un complemento, un añadido.
Detrás de eso, tiene que haber alguien que comunique, que sugiera, que haga fluir. Y si esas ideas tienen que quedar reflejadas en algún sitio para su estudio o análisis posterior, creo que el maldito Word (o equivalente) es la herramienta adecuada: documento extenso, detallado y completo donde todo eso se plasma.
Yo también he vivido situaciones en las que lo único que ha quedado de un proceso de reflexión estratégica de una empresa, con la importancia que se le supone para el negocio, es una presentación en PowerPoint donde las ideas están tan sintetizadas (pues ese era el objetivo del PowerPoint en primera instancia -y de forma correcta podría añadir-) que en el día a día es imposible destilar de esas diapositivas metodologías, operativas, estrategias, planes de acción, paneles de mando y demás jerga de gestión[1].
Saludos. Iñaki.
[1] Aunque parezca que sé lo que digo, sólo repito como un loro todas las palabras que he oido en mi entorno empresarial. Dudo que alguna vez sea capaz de aprender que significan todas esas cosas (demasiado ingeniero cuadriculado que es uno 🙂
Julen, ya sabes que Antístenes era muy cínico y muy provocador.
«Los demás» es un concepto muy genérico. Yo debo estar en la larga cola de la distribución «los demás» y tengo más interés en escucharte que en hablar.