Empresa caníbal

Ayer tuve día ciclotímico. Me encendí algo más de lo que suele ser habitual en mí en una reunión. En positivo. Hablando de innovación, mirando al futuro. Lo pasé bien. Tratamos de convencernos, de lanzar iniciativas que rompan techos y no tanto nos conduzcan a eficiencias tendentes a la multiplicación por cero. Hablamos de ilusión y cargamos energía. Hay proyecto, hay futuro. Es de esas empresas a las que el consultor debería pagarle algo por lo que aprende. Bueno, algo ya les regalé…

Luego llegó el mazazo. Duro y cruel. La empresa caníbal, la empresa asesina. Un par de relatos por teléfono acerca de cómo las empresas dan la patada a personas que no lo merecen. Personas menores de 30 años, con cualificación más que sobrada, con actitud. Personas con las que a partir de ahora será difícil conversar de valores dignos, de proyectos basados en seres humanos… ¿De qué vamos a hablar en las empresas con estas personas?

El caso es el típico. Y el daño ya está hecho. Y no me queráis convencer de lo contrario. Cuando trabajaba la acogida en Maier siempre insistía en que «sólo hay una primera oportunidad para causar la primera impresión». Esa primera sensación marca en el plano emocional. Siempre hemos valorado ese primer contacto. Así que cuando personas jóvenes son infracontratadas (sr. David Monreal, aporte datos si los tiene, por favor), cuando les ofrecen miseria a cambio de trabajo, cuando un contrato de seis meses depende de que el gerente dé el visto bueno y el gerente está de viaje y entonces pues no podemos… Este es el patio trasero de demasiadas empresas. Y no hablo de lo peor valorado en trabajobasura.com. Hablo del patio trasero de muchas empresas, con gran nombre y reputación social. Esa reputación, cuando hurgas dentro, se va a la mierda. Y resulta que leo que Irlanda, el país que parece que más prospera por Europa, tiene la cifra de contratación temporal entre jóvenes en unos niveles mínimos. Por aquí levantamos la media, que para eso tenemos empresas caníbales.

¿Cómo vamos a remontar el vuelo con estas personas que han sido agredidas por su contratador en las primeras experiencias de trabajo? ¿Qué opinión tiene la ciudadanía de las empresas? No nos engañemos. Hay suspenso general. Eso es una realidad. ¿Por qué se lanzan las empresas a hacer informes de responsabilidad social corporativa? Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Ponle papel de celofán a la mierda, pero seguirá siendo mierda lo que hay dentro. Es una enfermedad mental colectiva, la empresa caníbal. Porque las empresas… están hechas de personas, ¿no? Ahhhh.

Ya veis, llegué muy abajo en la zona valle de la ciclotimia.

Por la tarde recargué energía con otro proyecto en el que estamos reconquistando organización en una empresa que es puro dinamismo. Es como una especie de potrillo que pide a gritos un poco de cordura. Da un poco de pena, porque los valores de la energía en un proyecto joven enseguida se pierden cuando se presenta en casa la señora razón. Hay allí metida una contradicción que es interesante observar. Me calmé algo.

No sé, sigo dándole vueltas a la conversación en la que una vez más creí descubrir que esto requiere cambios radicales de verdad.

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