Tiene su gracia que hoy, que he mantenido un encuentro amistoso con mi director de tesis, lector callado de estos posts, quiera comentar que creo salir de un túnel. En el primer post que escribí en este blog hablé de mi tesis y en el segundo también y luego… un largo desierto. Hoy, con este post que hace el número 100, retomamos el proyecto. En esta ciclotimia en la que uno pulula, me he metido tesis en vena esta mañana y espero que el chute me alcance una buena temporada.
Quiero indagar en cómo determinadas herramientas que usamos en las empresas los que estamos de este lado de la calle (los filodigitales) nos influyen para generar compromiso y vinculación, bien sea entre nosotros o con el monstruo que nos da cobijo. Sgluup, perdón, acabo de releer la frase y no se entiende ni carajo. Bueno, no se inquiete nadie, los garabatos de la imagen lo aclaran, ¿no? Además, se ve claramente el rayo divino que ha iluminado la tesis. Ah, bueno… Pues eso, que volvemos manos a la obra.
Tengo un par de toneladas de artículos para volver a leer. Hay que tomar contacto con Malhotra otra vez para que el dire de la tesis se quede tranquilo, activar nuevas alertas en el ISI Web of Knowledge, dejar en carne viva las yemas de los demás de tanto teclear en el portátil, cosas de esas. Mientras tanto, seguiremos aprendiendo con mis proyectos de consultoría.
Iremos anunciando avances y retrocesos en esta curiosa tesis que vino al mundo una fría mañana de febrero. Ahora que va a cumplir cerca de 10 meses empieza a husmear en el horizonte y ha pedido que le den software social, que redefina el concepto de compromiso, que hable más de comunicación y otras cuantas cosas más. Así que estoy pensando preparar un brebaje mágico que le enchufo cada mañana y ya veréis cómo crece.
Technorati tags | tesis doctoral
1 comentario
¡Vaya ritmo llevas, colega! Para cuando he podido felicitarte ya habías llegado al post número 106. Espero que estés disfrutando tanto como tus lectores